Europa relaja su control sobre Microsoft

Además de multar a Microsoft con el pago de 497 millones de euros por abuso de monopolio, la máxima autoridad antimonopolio de la Unión Europea impuso al fabricante en 2004 diferentes cambios en su comportamiento. Entre tales cambios se incluía la obligación de compartir información sobre interoperatividad para que sus competidores pudieran crear software capaz de trabajar sin problemas con el sistema operativo dominante en el mercado: Microsoft Windows.

Los repetidos retrasos en el cumplimiento de esta sentencia y las sucesivas apelaciones de Microsoft contra ella, llevaron a la Comisión Europea a designar a Neil Barret, científico británico especializado en informática, como fideicomisario encargado de seguir el comportamiento de la compañía con relación a las condiciones establecidas en la regulación antitrust.

Barret, que informaba directamente sobre el asunto a la comisaria de competencia europea Neelie Kroes, criticó en repetidas ocasiones la escasa disposición de Microsoft a cooperar en este asunto. En consecuencia, más tarde, la Comisión Europea impuso al fabricante una multa adicional de 899 millones de euros por no respetar su sentencia.

Ahora, la Comisión ha informado que, dado que finalmente la información sobre interoperatividad requerida de Microsoft ya ha sido hecha pública por la compañía y sus competidores pueden exigir el acceso a ella vía acciones legales directas a través de las cortes nacionales, su intervención debe limitarse en el futuro a una intervención a posteriori en caso de incumplimiento, sin implicar el continuo seguimiento de la actuación del fabricante al respecto.

En cualquier caso, Europa sigue en este momento procesos de investigación de Microsoft similares al que concluyó en la sentencia de 2004 a raíz de las quejas de Opera y Mozilla, competidores del fabricante en el mercado de navegadores, unas quejas a las que recientemente se ha unido Google.