Facturaciones

Las empresas optarán cada vez más por tecnologías de marca blanca

La actual situación económica se traduce en un escenario de reducción de costes corporativos donde la adopción de marcas y tecnologías genéricas o desconocidas se considera como una tendencia al alza, según Deloitte.

La necesidad de ahorrar se hace cada vez más imperante, especialmente con el clima económico que rodea a las empresas. Es por ello, que una marca que en su día encarnaba la calidad, la fiabilidad, e incluso, la atracción, hoy tan solo represente una extravagancia. Así opina la consultora Deloitte en su último estudio TMT Trends, que refleja las principales tendencias en las industrias de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones. Ante estas circunstancias, la firma prevé que las empresas mostrarán una mayor disposición a probar alternativas más baratas y sin marca. “La marca blanca empieza a despertar cierto interés entre los CIO. Muchas grandes compañías se plantean tener algún hardware o servicio en marca blanca para afrontar los tiempos de crisis”, comentaba Enrique Sainz, socio del sector de Telecomunicaciones y Tecnología de Deloitte, quien ejemplificaba este planteamiento refiriéndose a las administraciones públicas “que han decidido desarrollar sus servicios al ciudadano sobre Linux, con un coste cero”.

Pese a la significativa reducción de costes, las empresas deberán realizar un análisis del coste/beneficio a medio plazo, pues el cambio de proveedor puede suponer que los usuarios tengan que aprender a utilizar una nueva interfaz, lastrando así la productividad.

Respecto a los proveedores de tecnología, “deberán intentar crear servicios con marca blanca que no canibalicen sus marcas premium”, añadía Sainz. “Sería una estrategia a corto plazo”, puesto que la caída de los precios podría desprestigiar su imagen a largo plazo.

Eficiencia energética

Otra tendencia identificada en el área de tecnología es la mayor adopción de SmartGrids como medida para incrementar la eficiencia de las redes de suministro eléctrico. Actualmente, esta eficiencia es del 33% en un entorno donde la electricidad representará más del 16% de la energía consumida en 2009. La tecnología de SmartGrid, que añade control informático y telemática a la infraestructura eléctrica existente, se añade un 30% más de ahorro. La creciente preocupación por la eficiencia energética ya ha hecho que las redes inteligentes consiguieran incrementar en un 50% el negocio de sus proveedores en 2008 y para este año podrían generar un volumen de 25.000 millones de dólares, a pesar de la coyuntura económica global y de lo poco probable que puede ser que se realicen inversiones publicas.

En esta misma línea se sitúa otra de las pautas observadas por Deloitte. Se trata del ahorro energético en los centros de datos, precisamente en un momento en el que se prevé el coste de mantener los servidores en funcionamiento y a la temperatura adecuada aumente en más de un 15% en 2009. En este sentido, la compañía ve oportunidades de negocio en la externalización, el reacondicionamiento energético de los CPD y en las políticas de almacenamiento de la información.

Asimismo, en el ámbito empresarial 2009 será el año de las redes sociales. Deloitte ha detectado en la encuesta realizada para llevar a cabo su estudio de tendencias que las grandes compañías de TI están planificando invertir considerables cantidades de dinero en aplicaciones de redes sociales. Con todo, advierte que aunque este tipo de redes parece una forma sencilla de obtener valor a un coste relativamente bajo, las aplicaciones informáticas aún están en fase de mejora y hay que identificar cómo compatibilizar la tarea de supervisión por parte de la empresa con el deseo de privacidad de los empleados.

Por otra parte, el uso masivo de memorias USB o reproductores MP3 pone en riesgo los archivos almacenados en estos dispositivos, por lo que las empresas tendrán que tomar mayores precauciones para minimizar los riesgos relacionados con las pérdidas de datos, elaborando nuevas políticas que rijan la destrucción de datos, establezcan un desmantelamiento seguro de los equipos y disuadan a los trabajadores de almacenar archivos personales.

Precisamente, la disminución del coste de almacenamiento ha provocado que muchas empresas desatiendan la tarea de administrar los archivos. Deloitte recomienda el uso de herramientas que eviten la duplicación, liberen espacio y ayuden a controla la escalada de los costes de almacenamiento. En este sentido, considera clave hacer un análisis específico del correo electrónico y valorar la opción del almacenamiento de datos fuera de la empresa, aunque ello implique cuestione de regulación y seguridad.

Otras tendencias observadas por Deloitte para esta 2009 en el campo de la tecnología son la proliferación de los netbooks, la comercialización conjunta de productos y servicios, una mayor preocupación por cuestiones como la violación de los derechos de autor o el auge de tecnologías “impopulares” como la energía nuclear o la modificación genética de alimentos.



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