Nuevos tiempos, nuevos CIO

Es un placer dar la bienvenida a la revista CIO España. Es un momento muy oportuno puesto que este nuevo medio de comunicación permitirá ayudar a potenciar el diálogo sobre la situación de la profesión del Chief Information Officer (CIO) y específicamente sobre su función directiva en un contexto donde la tecnología de la información es ubicua.

En un mundo con más de 1.000 millones de PC conectados a Internet, con 3.000 millones de teléfonos móviles, con inversiones en tecnología que rondaron los 3 billones de euros en 2007 a nivel global y con un crecimiento esperado del 5% hasta 2012, ¿alguien duda todavía de la influencia de la tecnología en el funcionamiento de los negocios en el siglo XXI? La tecnología es tan importante como su utilización inteligente y su gestión como elemento de diferenciación. La tecnología traspasa la concepción de ser un elemento del "contexto" para ser un recurso interno dinámico con el que algunas empresas transforman el entorno. Es imposible comprender fenómenos como la globalización empresarial sin las Tecnologías de la Información.
Por otro lado, los CIO del siglo XXI viven un momento en el que cada vez más los directivos desean ser los autores de su trabajo. En este sentido, debe comprenderse que el "rol directivo" no siempre se escoge, depende del contexto, de la cultura, de las prioridades y de la dependencia de la tecnología en el funcionamiento de la organización. Por ello quiero destacar la capacitación y madurez directiva así como la capacidad de gestionar la dinámica en las relaciones: con el CEO, con otros directivos, con su propio equipo, con los usuarios, con proveedores y con el propio rol de la tecnología. La idea CIO Relacional contrasta con la concepción de los departamentos de tecnologías como "torres de marfil" y propone superar los problemas de aislamiento o de incomprensión acerca de su función que algunos directivos del ámbito tecnológico relatan en ocasiones. Para ello debe comprenderse que perspectiva construye la empresa en relación con la tecnología.
La tecnología es un recurso estratégico puesto que su implementación lleva asociada la toma de decisiones y componentes implícitos de riesgo. ¿Cuánto gastar en tecnología? ¿En qué procesos? El CEO y el resto de directivos -por supuesto que el CIO- tienen responsabilidad directa sobre estas preguntas. Es obvio que la estrategia empresarial debe estar "alineada" con la estrategia tecnológica y que las prioridades de la empresa deben gobernar las inversiones en tecnología. La banca en España se distingue de la de otros países por su talento en la gestión de las tecnologías para posicionarse como referente con ratios de eficiencia y de seguridad que se sitúan entre los mejores del mundo, además en un momento de crisis financiera. Creo necesario que otros sectores en España incrementen su intensidad en tecnología para mejorar sus ratios de productividad en el largo plazo.
El buen uso de la tecnología incrementa la eficiencia e influye en el rendimiento empresarial, pero los caminos de eficiencia no están determinados, se requiere el cálculo de opciones y riesgos, influyendo en aspectos como la privacidad, la disponibilidad y acceso de las aplicaciones, la precisión de los datos en un contexto determinado, el control y continuidad de los procesos, y sobre todo a la flexibilidad, agilidad y desarrollo de nuevos modelos de negocio.
El lenguaje de la tecnología es su valor empresarial, por ello la tecnología desarrolla todo su potencial mediante un uso realista y un gobierno potente y eficaz. La tecnología tiene limitaciones, los usuarios deben comprenderlos y deben ser comunicados para no gestionar falsas expectativas. Los costes son importantes, pero no son el único criterio para tomar decisiones y también tienen sus limitaciones. ¿Cuáles son los costes de lanzar un proyecto ahora, dentro de tres meses o de no realizarlo? ¿Costes económicos o financieros? ¿Cuándo y cómo invertir para asegurar la agilidad competitiva de la empresa en un contexto como el actual? La dirección estratégica considera los costes, pero también los factores limitadores del contexto y cómo la gestión de la tecnología puede ser una palanca para el crecimiento de la firma y para la mejora de su posición competitiva.
En las empresas que mayor partido sacan a la tecnología, los CIO dialogan con los CEO y con los comités de dirección de forma frecuente, desarrollando relaciones productivas entre pares. También dirigen equipos de alto rendimiento, gestionan aspectos jurídicos como la seguridad y las patentes (si desarrollan tecnología in house), gestionan necesidades de usuarios y contratos muy complejos con redes de proveedores en un ámbito marcado por los servicios tecnológicos globales. En los últimos tiempos también gestionan aspectos relativos a la sostenibilidad energética intentando buscar eficiencias en plantas de equipos y servidores. Los CIO dirigen un negocio y fundamentan su función empresarial en desarrollar propuestas de valor basadas en las Tecnologías de la Información, como recurso estratégico, fuente de oportunidades y retos de futuro. ?


Javier Busquets es profesor de Estrategia en Innovación y Tecnología y director del Departamento de Sistemas de Información y del Programa Función Directiva y TI en ESADE Business School.

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