Estrategias

Pamela M. Lopker, presidenta de QAD: "Queremos facilitar a nuestros clientes la transición hacia modelos de fabricación a la medida"

Desde hace más de 25 años la compañía californiana QAD viene suministrando aplicaciones de negocio, incluidas plataformas ERP, al sector de fabricación. Según su presidenta, Pamela M. Lopker, el secreto de su supervivencia como compañía independiente en tiempos de fuerte consolidación radica precisamente en el alto grado de especialización que siempre la ha caracterizado. Una de sus principales apuestas en la actualidad es ofrecer soluciones que ayuden a los fabricantes en la transformación de sus procesos para adaptarse al nuevo modelo de “lean manufacturing” (fabricación a la medida).

El mercado de aplicaciones de gestión empresarial está pasando por un severo proceso de consolidación ¿Cuál es el valor específico que QAD aporta al mercado y cuáles son sus armas para competir con los cada vez más grandes suministradores, como SAP u Oracle?
QAD opera desde 1979 como un jugador de nicho, suministrando software para fabricantes en los segmentos verticales de automoción, comidas y bebidas, productos de consumo, electrónica, industria y medicina, y actualmente muchas de las empresas del ranking Fortune 100 utilizan la suite MFG/PRO y otras aplicaciones de la compañía. Hace tres años, se introdujo en España a raíz de la compra de la empresa TRW. Hoy contamos con más de 90 clientes en la Península Ibérica, donde estamos experimentando crecimientos anuales de facturación del 20%.

El secreto de nuestro éxito reside precisamente en ser un jugador pequeño, muy especializado. Desarrollamos nuestros productos teniendo en cuenta las necesidades específicas del segmento de la fabricación en los seis mercados verticales a los que nos dirigimos. El estar tan enfocados en objetivos tan precisos nos permite construir directamente soluciones capaces de satisfacer con mayor precisión el conjunto de necesidades de nuestros clientes. Nuestros productos son flexibles, fáciles de implementar y de utilizar, porque no estamos vendiendo a las empresas a las que nos dirigimos un software complejo que después deban configurar y personalizar. Gracias a la precisión en el ajuste de la solución a los requerimientos específicos del cliente, podemos ofrecerle importantes ahorros en el coste total de propiedad de las aplicaciones. Por otra parte, no creo que la consolidación esté realmente contribuyendo a que las empresas obtengan una solución más completa, dado que, en la mayoría de los casos, las capacidades adquiridas se solapan con las propias tecnologías de los compradores.

Una de las claves de la estrategia de la compañía en la actualidad es lo que ha dado en llamarse Lean Manufacturing. ¿En qué consiste este modelo y por qué QAD lo considera tan importante?
El concepto de “Lean”, que afecta no sólo a la fabricación, sino a la cadena de suministro en su conjunto podría definirse como “el mercado perfecto”, un mercado en el que se fabricaría precisa y únicamente aquello que va a ser comprado y en el que el cliente obtendría exactamente lo que demanda y cuando lo demanda. Es un acercamiento a la fabricación a la medida o personalizada. Un ejemplo sería la estrategia seguida por el fabricante BMW Group con su automóvil MiniCooper. El cliente puede configurar y encargar exactamente el coche que desea, eligiendo colores, equipamiento interior, accesorios, etc.

Con este modelo es posible conseguir enormes ajustes en costes y aumentar la eficiencia, pero también tiene importantes implicaciones sobre los procesos de los fabricantes. No obstante, abrazar este tipo de estrategias será cada vez más necesario para sobrevivir en un mercado global y cada vez más competitivo. Reducir gastos de producción externalizando la fabricación a lugares donde los costes son más bajos, como Polonia, India o China, y optar por los proveedores más baratos puede mejorar la rentabilidad a corto plazo, pero servir mejor al cliente será la única estrategia efectiva para sobrevivir a más largo plazo.

¿Qué implicaciones tiene esto sobre los requerimientos que afectan a las aplicaciones de gestión empresarial? y ¿qué ofrece de especial QAD en este sentido?
Tener éxito en este modelo pasa por que el fabricante esté estrechamente conectado con sus clientes y suministradores, para conocer en todo momento en qué consiste el pedido de los primeros, y poder de forma inmediata comunicar sus propias demandas para producirlo a los segundos. Básicamente, la agilidad, la flexibilidad y la capacidad de respuesta al cambio en la demanda -que, por otra parte, son requisitos de éxito para cualquier negocio del siglo XXI- se convierten en valores imprescindibles. Y, para conseguirlos, la conectividad y las tecnologías de colaboración adquieren una dimensión crítica. Las técnicas de “lean manufacturing” serían un componente más, que, en el núcleo del entorno, permitirán a la empresa cambiar muy rápidamente lo que está haciendo apoyándose en la información que fluye gracias a esa conectividad y colaboración.

Dentro de nuestra oferta incluimos algunas herramientas que sirven de manera muy especial al nuevo modelo, como son QAD Distributed Order Management (Gestión de pedidos distribuida); QAD Configurator, que incluye herramientas para configurar facilmente productos complejos durante la entrada de pedidos; o QAD Demand Management, con la que es posible crear una unidad entre los miembros de la cadena de suministro y facilita la colaboración a través de empresas extendidas. En general, la adhesión a los estándares, la visibilidad sobre los procesos y las tecnologías Web resultan elementos clave en las soluciones orientadas a estos nuevos entornos.

Una de las tendencias más destacadas en el área de aplicaciones de gestión de negocio es la oferta de soluciones bajo demanda, suministradas como un servicio en remoto. ¿Cree que este enfoque es aplicable al mundo ERP?
Con vistas a determinar el grado de idoneidad de una solución para ser ofrecida bajo demanda creo que son fundamentales dos variables: el nivel de conectividad que debe soportar y el nivel de criticidad para la organización. Cuanta más gente deba conectarse a la aplicación desde fuera de la empresa y cuanto menor sea su criticidad para el negocio, más dispuesto estará el cliente a contratarla como una solución bajo demanda. Sin embargo, preferirá que las aplicaciones críticas, que, además, generalmente, suelen ser accedidas por un número reducido de usuarios, permanezcan dentro de la empresa, protegidas por sus propios firewalls. El software CRM o el de automatización de fuerzas de ventas entrarían dentro de la primera categoría, mientras que el ERP es un sistema muy crítico, por lo que no creemos que los clientes se sientan más cómodos teniéndolo dentro de la empresa. No obstante, en nuestro catálogo hemos incluido una solución que aporta visibilidad sobre la información soportada por la plataforma ERP, a fin de facilitar a los colaboradores la posibilidad de conocer órdenes de pedido, fechas de entrega, etc., y lo cierto es que los clientes tienden a adoptar cada vez más esta alternativa. Es probable que finalmente las empresas deseen aplicar el concepto de on-demand a todos los niveles de sus infraestructuras, pero, de suceder, llevará mucho tiempo.


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