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Un estudio concluye que las aplicaciones profesionales son difíciles de utilizar

Para la mayoría de los usuarios finales (6 de cada 10), las aplicaciones empresariales son difíciles, muy complicadas e, incluso, imposibles de utilizar, lo que acaba lastrando la productividad laboral. Así se extrae de un reciente estudio.

Este estudio ha sido llevado a cabo por IFS, un fabricante de aplicaciones empresariales de Suecia, que tiene clientes en 23 países. La empresa ha preguntado a más de mil usuarios finales de empresas de mediano tamaño (con una facturación de entre 100 y mil millones de dólares anuales). Aunque la mayoría de los encuestados son clientes de IFS, algunos no han utilizado nunca una herramienta de esta empresa.

El estudio pretendía definir qué significa el término “usabilidad” para los usuarios finales. Cerca del 50 por ciento asegura que por esta palabra entiende que el software debe ser capaz de ayudarle a hacer mejor y más rápido su trabajo. Para un cuarto de ellos, usabilidad es “no tener que leer el manual”, mientras que “parecerse a otros productos conocidos” o “encajar en mi manera de hacer el trabajo” son definiciones apuntas por el 13 y 14 por ciento, respectivamente, de los consultados.

Ante estos datos, el CTO de IFS, Rick Veague, asegura que el reto para los fabricantes es “hacer que nuestras aplicaciones se aproximen a estas expectativas. No debe ser algo bonito, sino que debemos ayudarles a hacer su trabajo”.

El hecho de que las aplicaciones sean fáciles de usar es algo crucial, puesto que otra reciente encuesta ponía de manifiesto que, cuando los trabajadores no encuentran sus herramientas sencillas de manejar, suelen buscar alguna alternativa en el entorno doméstico. Entre las tareas que más se citan como difíciles en el manejo de estas herramientas de trabajo se encuentran el transferir datos de unas aplicaciones a otras, que el software no se “comporta” como espera el usuario, una lenta respuesta o dificultades a la hora de buscar y navegar en la aplicación.

En cuanto al tipo de aplicaciones que los usuarios encuentran como más sencillas de manejar, el estudio de IFS asegura que las aplicaciones basadas en web (34 por ciento) se llevan la palma, seguidas del Outlook (27 por ciento), aplicaciones empresariales (20 por ciento), procesadores de texto (17 por ciento) y otras (2 por ciento).

 



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