Windows 7 cambiará las reglas del juego en la renovación de PC

Martin Gilliland, vicepresidentes de Práctica TI de la consultora, asegura que Windows 7 representa una “una actualización guiada por el usuario que rompe el enlace entre el sistema operativo de los PC y los ciclos de actualización hardware delos ordenadores personales por primera vez en la historia de éstos”.

Este alejamiento del modelo tradicional podría, en opinión de Gilliland, forzar a los fabricantes de PC y suministradores de componentes, como Intel, a buscar nuevas formas de animar a los compradores de equipos a actualizar su hardware.

La clave de todo ello radia, según Gilliland, en que se trata de la primera mejora de sistema operativo que no exige más recursos hardware que la versión previa. Windows 7 es así la primera plataforma operativa que no requiere máquinas avanzadas para correr adecuadamente que las versiones anteriores de Windows, y, por tanto, no actúa como detonante de un nuevo ciclo de sustitución de PC.

“De hecho, los requerimientos de sistema oficiales para correr Windows 7 son ligeramente menores que los de Windows Vista”, explica este analista. “Las exigencias de CPU y RAM son las mismas, pero los requerimientos de disco duro resultan aún menores para Windows 7”.

En consecuencia, “Windows 7 supondrá una significativa fuente de ingresos por actualizaciones para Microsoft sin que, por primera vez, ello se refleje también en actualización hardware alguna, separando así a Microsoft de los fabricantes de PC en el próximo ciclo de actualizaciones”.

Por otra parte, el vicepresidente de Frost & Sullivan, predice que, si Microsoft continúa desligando las actualizaciones de sistema operativo de las de hardware, ello acelerará el proceso de consolidación de fabricantes de PC llevando a la existencia un muy pequeño número de estos últimos, cada uno de ellos con grandes cuotas de mercado a nivel mundial.