El responsable de estrategia digital puede ser nocivo para la salud del CIO

La figura del responsable de estrategias digitales (CDO, en sus siglas inglesas) puede estar generando cierta tensión a los tradicionales directores de TI, muchos de los cuales les observan como competidores y no disimulan sus recelos. No sólo se pueden dar este choque con los departamentos de TI, sino también con los Marketing, por lo que la dirección de la empresa debe estar atenta al tema para gestionar bien la transición.

Así lo creen especialistas de PwC, como Chris Curran (su tecnólogo jefe), que observa un gran riesgo de que este nuevo rol pueda colisionar con otras partes de la organización al ver en esta posición a una competencia interna. Es más, en ocasiones, parte del presupuesto de director de estrategias digitales sale del presupuesto de departamento de TI, por lo que muchos de ellos prefieren que esta responsabilidad quede bajo su tutela para que su partida no merme.

Aunque ahora sólo el 6% de las principales 1.500 empresas del mundo han contratado un CDO, las compañías le asignan cada vez más importancia a este papel de líder digital, según el experto.

En su opinión, muchas compañías no necesitan a este CDO, sino a un líder digital que define como alguien que es fundamental en la definición de la dirección estratégica de su compañía y en asegurar su total transformación digital. Por tanto, ese líder puede ser el CIO, el CMO u otra función mixta, sostiene.

Y, para ayudar a los CEO a averiguar qué tipo de líder digital necesitan, la firma ha esbozado cinco arquetipos de líder digital.

El primero es un pensador que colabora estrechamente con la dirección, se centre en la estrategia digital y la innovación y observe las ideas digitales de su sector para transformarse. “Sectores industriales, como el petroquímico, pueden encontrar en este CDO inspiración y experiencia para digitalizar aún más su estrategia", dice Curran.

El segundo se podría llamar disruptor creativo, que ofrece un enfoque más práctico para seguir el continuo desarrollo de las nuevas tecnologías digitales y los modelos de negocio más novedosos, especialmente en sectores que afrontan graves y dramáticos cambios, como el orientado al consumidor.

El siguiente sería un defensor del cliente, muy adecuado para sectores intensivos en el trato con el cliente, como el comercio, la banca o los viajes. Su papel sería trabajar con o reemplazar tanto al CMO como al jefe de ventas.

El cuarto sería un técnico innovador, similar a un CIO o CTO actual, que promueva las nuevas tecnologías digitales, como Internet de las Cosas, movilidad, redes sociales y análisis, para transformar la cadena de valor de su compañía. Las empresas fabricantes son buenas candidatas para estos perfiles, según el propio Curran.

Y, por último, llegaría el universalista, un rol ideal para los CIO que se consideren estrategas. Su papel sería liderar todos los aspectos de la transformación digital y su aportación resultará crucial. Este puede ser un perfil muy adecuado para las empresas menos avanzadas en transformación digital, que requieren una gran estrategia corporativa para idear nuevos modelos de negocio o fuente de ingresos. También deberán  controlar el marketing digital y la experiencia del cliente.

Curran subraya que muchas empresas siguen sin estar seguras de lo que quieren o necesitan de un líder digital. En su opinión, la clave pasa por "entender dónde estamos, en materia digital, y tener claras las líneas generales de la estrategia de transformación. Con ese conocimiento, podremos definir con mayor claridad el tipo de CDO que mejor puede guiarnos por ese camino".