Argentina y Corea del Sur investigan a Google por posibles prácticas monopolísticas

Nuevas acusaciones de posición dominante hacen que Google sea investigada en Argentina y Corea del Sur. No es la primera vez que Google se somete al examen de los reguladores. En Europa la compañía ya ha tenido que pasar por un proceso similar en varias ocasiones.

Los servicios de Google se han convertido en un referente en el sector, haciendo que la competencia tenga muy difícil entrar en mercados como el de los buscadores o el de la publicidad online. La privilegiada posición de Google ha generado suspicacias sobre sus actividades y reguladores de competencia de países de todo el mundo están investigando que la compañía respeta las normas.

Los últimos casos de investigaciones sobre las actividades de Google se han producido en Argentina y en Corea del Sur. En el país asiático los reguladores tratan de determinar si Google ha interferido en el correcto funcionamiento del mercado, dificultando el acceso a competidores gracias a su posición. La investigación de Corea del Sur pretende determinar si Google ha cometido delitos de posición dominante.

La investigación en Argentina es similar a la que se ha comenzado en Corea del Sur. Al parecer, según Bloomberg, fuentes de Google han confirmado que los reguladores argentinos comenzaron las investigaciones sobre las actividades de la compañía en 2010. Las pesquisas se están dirigiendo hacia dos actividades principalmente.

En primer lugar, las autoridades argentinas quieren determinar si Google ha contravenido normas antimonopolio con sus acciones en el mercado de los buscadores y la publicidad online. Las sospechas son similares a las de las autoridades coreanas y la justicia argentina quiere determinar si Google ha realizado delitos de posición dominante.

En segundo lugar, en Argentina también se está investigando a Google sobre la posibilidad de que haya comercializado la posición de determinados resultados de búsqueda en sus sistemas. La compañía habría percibido remuneraciones por alterar los resultados de búsqueda y privilegiar determinados contenidos. De esta forma, las páginas webs que hubiesen pagado obtendrían una mayor presencia sin el indicativo de que así había sido.

Desde Google han asegurado que están dispuestos a colaborar con las autoridades de los dos países para esclarecer cualquier duda que puedan generar sus actividades. Las investigaciones se mantendrán en los próximos meses y tendrán que determinar la legalidad de los negocios de Google en ambos países.