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La virtualización podría convertir a los empleados en propietarios del hardware

Gartner, según explicó a los asistentes a su conferencia anual sobre centros de datos celebrada la semana pasada en Las Vegas, espera que las empresas virtualicen cada vez más sus entornos de sobremesas para mejorar la gestión y la seguridad de los PC. Una consecuencia de esa tendencia podría ser el cambio en la propiedad del hardware, que pasaría a manos de los propios empleados.

Según la visión de Gartner, los trabajadores no deberían sorprenderse si un día recibieran un memorando del departamento de TI de la empresa diciendo:

“Querido empleado:

Como parte de la migración de la compañía a entornos de sobremesas virtuales, el departamento TI no continuará comprando laptops. En lugar de ello, los empleados recibirán la cantidad de 3.000 dólares para adquirirlos, cubrir sus necesidades de memoria y satisfacer sus requerimientos de capacidad de procesamiento. Será su máquina ya se encuentre en la empresa o no. Podrá utilizarla para trabajar o en su vida particular, pero tendrá que asumir cualquier responsabilidad sobre su mantenimiento y acordar el soporte del hardware a través con su suministrador.

Sinceramente,

Su director de TI”

Los directores de TI presentes en la conferencia reconocieron que virtualizar los sistemas de sobremesa –y el eventual traspaso de su propiedad a los empleados- podría tener mucho sentido. En opinión de la mayoría, un entorno de PC virtual resultaría más seguro y evitaría muchos de los conflictos que surgen cuando algunos empleados instalan sus propias aplicaciones –ya sean herramientas de productividad o aplicaciones de ocio- en los equipos. Además, las empresas podrían ahorrar en costes de licencias de software si las aplicaciones fueran distribuidas bajo demanda en un entorno virtualizado.

“Creo que se avanzará progresivamente hacia la virtualización de los sistemas de sobremesa”, aseguró Ben Devis, director de redes en la organización Matria Healthcare. “Los sobremesas virtuales darían a los departamentos de TI, por ejemplo, un mayor control sobre el software. Hoy, si un empleado tiene un PC en casa y acceso a la red corporativa, tiene acceso prácticamente a la totalidad de esa red. Con un sobremesa virtual, podría restringirse ese acceso”.

Pero Davis no está convencido de que la tecnología hoy en día disponible permita convertir en realidad esa visión. “Creo que, de momento, todo lo que existe es el discurso de marketing de los fabricantes. Es necesario que ese discurso madure en propuestas reales”.

Los laptops, el primer paso
Thomas Bittman, analista de Gartner, opina que muchas empresas preferirían gestionar un entorno virtual sobre el laptop del empleado y despreocuparse de las aplicaciones que el usuario haya decidido por su cuenta cargar sobre el sistema. Además, según Bittman, una vez que la empresa se ha lanzado a un entorno de sobremesas virtuales, puede explorar la idea de dar a los trabajadores la propiedad sobre sus PCs.

Thomas O´Sullivan, director de operaciones de Montana Department of Transportation (DOT), también considera posible que en el futuro los empleados sean los propietarios de sus laptops. Los que ya tienen sus propios handhelds suelen querer, por ejemplo, sincronizar esos dispositivos con su correo electrónico y aplicaciones corporativas. A menudo, ya están utilizando su propio hardware para trabajar.

“El laptop podría ser lógicamente el primer paso en la tendencia a la virtualización de los entornos de sobremesa y al traspaso de la propiedad de los equipos a los empleados”, según O´Sullivan. DOT, que ya virtualiza servidores, está analizando la posibilidad de hacer lo mismo con los PCs.

Dodd Vernon, director de operaciones de la cadena farmacéutica Walgreen, que integra unas 5.500 farmacias, considera que la virtualización de entornos de sobremesa y laptops es interesante, pero su compañía no dará el salto hasta que la tecnología haya sido ampliamente probada. Según Vernon, el que los usuarios fueran los propietarios de los PCs que entran en los entornos virtuales corporativos descargaría en gran medida a los departamentos TI. “Creo que podrían derivarse algunos beneficios en coste. Pero probablemente muchos usuarios se resistirían al cambio. Y, sin duda, la empresa habría de asumir el coste económico de la adquisición del hardware”.


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