Opinión: Apple se convierte en un nuevo gigante bajo sospecha

 DOJ y FTC negocian en estos momentos cuál de ellas llevará a cabo la investigación antimonopolio sobre el asunto. Tal investigación se centrará en determinar si el rechazo por Apple de la tecnología Flash de Adobe para sus productos móviles perjudica la competencia al dificultar a los programadores el uso de herramientas de terceras empresas para desarrolladores, de acuerdo con The New York Post.

La semana pasada, Steve Jobs, CEO de Apple, arremetía contra Flash en una entrada de blog dentro de la web de la compañía. En ella se quejaba de Flash por tratarse de una tecnología cerrada, poco segura y estable, que, además, perjudica la vida de las baterías. En consecuencia con esta opinión, los iPhones e iPads no la soportarán. Ese día, tras conocerse la opinión de Jobs, las acciones de Adobe caían en bolsa un 2%.

A continuación, Shantanu Narayen, CEO de Adobe, contraatacaba calificando las quejas y argumentaciones técnicas de Jobs de “cortina de humo” para ocultar el auténtico objetivo de Apple: el negocio de las aplicaciones que corren exclusivamente sobre sus dispositivos móviles. Ahora, los desarrolladores de aplicaciones móviles se verán obligados a seguir “dos flujos de trabajo”, uno para el sistema operativo iPhone OS y otro para el resto de plataformas móviles que soportan Flash.

Irónicamente, Apple, a lo largo de su historia, ha ejercido por lo general el papel de acusadora en este tipo de querellas, siendo ella quien solicitaba investigaciones sobre el comportamiento monopolístico de sus competidores. Con el enorme éxito de su iPhone, sin embargo, ahora es el gigante bajo sospecha, como a menudo ha ocurrido a Microsoft debido a la enorme presencia de su sistema operativo Windows en el mercado.