Paul Maritz: "VMware se ha convertido en socio estratégico de muchas corporaciones"

Paul Maritz se convirtió en presidente y CEO de VMware en julio, a raíz de la decisión del consejo de directores de la empresa de buscar un sustituto para Diane Greene, su cofundadora y hasta entonces CEO. Maritz asumió el cargo en el preciso momento en que la competencia de VMware, propiedad en su mayoría de EMC, empezaba a intensificarse. El más peligroso rival de la compañía en el candente mercado de la virtualización es hoy Microsoft, empresa para la que curiosamente Maritz trabajó desde 1986 hasta 2000, encargándose durante este período de muchas de sus principales iniciativas software. El nombramiento de Maritz al frente de VMware se produjo algunos meses después de la compra de Pi Corporation, fundada por el propio Maritz, por EMC.

Este ejecutivo estuvo hace unas semanas en Las Vegas (Estados Unidos) para participar en la conferencia anual VMworld de VMware, donde actuó como portavoz de las principales apuestas estratégicas de la compañía de cara al futuro (ver vídeo). Entre tales apuestas figura la creencia en la desaparición de los sistemas operativos tradicionales -una creencia que sirve de inspiración en el desarrollo de la plataforma VDC-OS de VMware- o la iniciativa vClient, que persigue la creación de un cliente virtual universal.

¿Cuál es el principal cambio que se ha producido en VMware a raíz de su nombramiento?

Todavía es pronto para decir que se haya producido o se vaya a producir algún cambio sísmico bajo mi dirección. Claramente, en las últimas semanas a lo que he dedicado la mayor parte de mi trabajo ha sido a articular los mensajes que estamos dando aquí, en VMworld. Básicamente estamos subrayando algunos temas que ya estaban presentes en VMware, e intentando ser más directos y claros a la hora de transmitirlos y relacionarlos entre sí, aunque también pretendemos transmitir a los asistentes nuestra perspectiva a unos dos años vista.

Toda esta labor de comunicación resulta esencial, porque VMware se ha convertido en un socio estratégico para muchos de nuestros clientes y tenemos que responder a lo que, en consecuencia, esperan de nosotros de forma diferente a como lo hacíamos en el pasado. Debemos darles una visión más amplia y a largo plazo de lo que estamos haciendo y de nuestra estrategia. Hay muchos directores de TI que nos dicen “voy a tomar decisiones que afectarán a mi estrategia interna durante un período de tres años, y, por tanto, necesito comprender qué camino vais a seguir”.

Pinche para ver la entrevista a Paul Maritz en el VMworldDurante VMworld, usted ha comentado que VMware se plantea convertir en software de código abierto su hipervisor ESX. Pero VMware ya ha abierto parte del software. ¿A qué se refiere entonces cuando habla de convertir ESX en software open source?

Convertir algo en código abierto es más que limitarse a declarar que lo es y a lanzar el código para quien lo quiera. Implica un esfuerzo importante para crear una comunidad a su alrededor. Nosotros tendremos que poner en marcha un proceso gracias al cual la gente no sólo pueda conseguir acceso al código fuente, sino también aportar después su contribución. Considero bastante cínica la actitud de los fabricantes que transforman algo en código abierto simplemente como una estratagema de marketing. Pienso que si conviertes algo en open source tienes que hacerlo de forma que sea reconocido realmente como una genuina contribución al mundo del código abierto, respetando su dinámica propia.

Diane Greene dejó muy claro que se oponía a una integración excesiva de VMware con EMC y a que VMware fuera “engullida” por su matriz. ¿Cambiará la relación de VMware con EMC ahora que usted se ha convertido en su CEO?

No espero cambios. Cuando pienso en el conjunto de retos que se abren ante nosotros en este momento, desde luego, ese asunto no figura entre los cinco principales de la lista.

EMC asegura haber adoptado una actitud de no-intervencionismo respecto de VMware, ¿cree que es realmente así?

Sí, así lo han hecho. Y reconocen que necesitamos un importante nivel de independencia para actuar. Este punto no constituye en absoluto una fuente de tensión entre VMware y EMC.

Ha escrito varias entradas de blog sobre la forma en que VMware reaccionó a un reciente fallo en su software, cuando la compañía dejó por error en el producto final una pieza del código denominado “time bomb” (bomba de tiempo) existente en las versiones de prueba. Como consecuencia, el producto considerada expiradas algunas licencias de los clientes, cuando no era realmente el caso, lo que ocasionó problemas a muchas empresas. ¿Cree que este fallo ha dañado la credibilidad de VMware ante sus clientes?

No creo que haya sido un golpe fatal, ni siquiera un golpe serio, para la credibilidad de la compañía. Pero si es, sin duda, algo que no debería haber pasado, y un acontecimiento negativo en nuestra trayectoria. Y no resulta nada agradable tener algo así sobre tus espaldas. Cuando tienes una mancha, quieres por todos los medios que no vuelva a suceder.

¿Cuál fue concretamente el error que provocó este incidente?

Básicamente, se podría apuntar a un error específico y a una persona en concreto..., pero, con ello en realidad estaríamos señalando el síntoma, no la causa del problema. Nuestra decisión ha sido eliminar por completo cualquier tipo de “bomba de tiempo” de nuestro software, porque no queremos encontrarnos de nuevo en la situación de ser vulnerables a que pase inadvertido un fallo individual. Nos concentramos en la causa raíz del problema y nos preguntamos cómo podíamos evitar el peligro. La bomba del tiempo conviene al fabricante para poner límite al uso de versiones beta, pero no beneficia a nuestros clientes en ningún aspecto, con lo cual, decidimos eliminar est

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