¿Qué es la informática offshore?

La presión por reducir costes y concentrarse en las actividades de negocio de mayor valor añadido está obligando a las empresas a buscar soluciones para alcanzar estos objetivos manteniendo los niveles de servicio actuales. Una de las fórmulas para conseguirlo, conocida como “offshore”, es la externalización de servicios a países más económicos. (Por Stephane Cerf, director de Satyam para España)

Se conoce como offshore la práctica de subcontratar servicios a empresas localizadas en países cuya mano de obra es más barata que la del país donde se ubica la compañía que decide externalizarlos. Aunque hasta ahora los puestos de trabajo que se externalizaban eran fundamentalmente los de llamado ‘cuello azul’ (no cualificados), la práctica está extendiéndose a los de ‘cuello blanco’ (cualificados).

La deslocalización es consecuencia de la globalización de las actividades económicas. Gracias a las mejoras en telecomunicaciones, la externalización a otros países está afectando tanto a la industria como a los servicios. Las tecnologías de la información y la comunicación son especialmente fáciles de deslocalizar puesto que el producto o servicio puede transmitirse instantáneamente por las redes.

Según informes de Forrester Research, India es la gran favorita como destino offshore, seguida de China, Malasia, Republica Checa y Singapur, mientras que los países de América Latina tienen un volumen de negocio en offshore marginal comparado con el de estas zonas. En Francia, el impacto del offshore es nuevo, pero representa ya 600 millones de euros (3% del mercado de las TI). En España no existen cifras pero el ejemplo francés es ilustrativo.

El crecimiento a nivel global resulta espectacular. El offshore movió 20.000 millones de dólares en 2004, frente a los 6.600 millones de euros que generó en 2001. La primera motivación de las compañías que optan por introducir este modelo es el ahorro, con un 86% de los casos. A medida que las organizaciones van adquiriendo experiencia con él, su motivación va cambiando hacia la calidad del trabajo realizado (75% después de dos años trabajando bajo este modelo).

El 15% de las empresas europeas recurren al offshore, siendo Reino Unido el país que más lo utiliza dentro de nuestro continente, seguido de Alemania. Por segmentos verticales, destaca el sector de Banca-Seguros, con el 16% del mercado.

Las preocupaciones iniciales del 67% los directores de informática cuando se deciden a optar por el offshorelo provienen de los retos que plantea en los ámbitos de la gestión y la comunicación en remoto. Un porcentaje que disminuye hasta un 15% un año después de trabajar bajo el nuevo modelo.

Aunque hace sólo unos años hubiera sido impensable que un director de sistemas decidiese externalizar el desarrollo o mantenimiento de los sistemas informáticos, lo cierto es que se trata de una actividad relativamente fácil de deslocalizar. Si a esto le añadimos que en India, Asia o los países del este de Europa los costes son aún considerablemente más bajos que en España y el personal informático cualificado abunda, no sorprende que este fenómeno vaya en aumento.

Determinando las tareas a externalizar
Por otra parte, el temor ante la imparable pérdida de puestos de trabajo de cuello blanco en los países consumidores de offshore es, en cierto modo, injustificado. Ciertamente, el offshore de servicios informáticos debe considerarse como una oportunidad para ahorrar costes, aunque a corto plazo signifique la migración de empleo cualificado. La externalización de servicios informáticos permite convertir en variables los costes fijos destinados al desarrollo y mantenimiento de los sistemas informáticos, liberar recursos para desarrollar iniciativas estratégicas y acceder a especialistas de los que no se dispone internamente.

Sin embargo, la relativa novedad del mercado y la falta de experiencia propia de los directores de operaciones y responsables de informática se manifiesta en cierta inseguridad a la hora de definir la estrategia de offshore adecuada para la empresa.

La directriz básica a la hora de tomar una decisión es identificar aquellas áreas donde existe una diferenciación estratégica y que más se desea controlar. Una vez identificadas estas áreas conviene diferenciar los sistemas informáticos imprescindibles para conseguir esa diferenciación de los que no lo son. Después deberá intentarse mantener el control de las actividades clave dentro de la cadena de valor informática, como la definición, especificación y pruebas del sistema. Las otras actividades de esta cadena, como el diseño técnico, la implantación y el mantenimiento serán las más indicadas para externalizar.

El riesgo que para la empresa puede suponer este modelo por la pérdida de control sobre la actividad externalizada se puede minimizar estableciendo un proceso de selección detallado del proveedor de servicios externo, poniendo mucho cuidado en la negociación final a la hora de redactar el contrato y los niveles de servicio esperados y formando un equipo especializado para gestionar a los proveedores y monitorizar el cumplimiento de los niveles de servicio contratados.

Ventajas del offshore:
• Nivel de servicios y calidad igual o superior. Acceso a recursos inmediatamente disponibles y altamente cualificados.
• Disminución real de los costes, especialmente en actividades de trabajo intenso.
• Oportunidad para que las empresas se centren en competencias clave traspasando las actividades de menor importancia a terceros.
• Desplazamiento de capacidades y aptitudes.
• Escalabilidad.
• Turnos de noche y velocidad en la entrega.
• Necesidades de despliegue global y desarrollo de negocio.
• Mitigación del riesgo geográfico.

Riesgos que tienden a reducirse:
• Riesgo geopolítico.
• Riesgos legales.
– Carencia de protección de la propiedad intelectual.
– Aspectos jurisdiccionales: dificultad para hacer cumplir los contratos en otros países.
– Riesgos sobre la seguridad de la información.
• Capacidades técnicas vs. Conocimiento del negocio.
• Riesgo cultural e idiomático.

Riesgos que no se reducen:
• Potenciales problemas sobre regulación y política.
• Reacción contraria a la externalización.
– Impacto potencial en el empleo local.
– Impacto negativo en la base tributaria local.
– Impacto en la balanza mercantil.
– Debilitamiento de la capacidad nacional para competir.
– Rechazo de los clientes

Los “ocho factores de Gartner”
Pese a sus incuestionables ventajas, la externalización offshore no es siempre la mejor opción. El proceso de toma de decisiones al respecto se hará aún más complejo cuando el concepto de offshore se convierta en la realización global de proyectos/solución globales, una transformación que ya está en camino. Los responsables de tomar las decisiones en una empresa deben actuar con la diligencia debida para garantizar que la mejor solución es emprender proyectos offshore.

De hecho, uno de los aspectos más problemáticos y delicados que afrontan los responsables de las tecnologías de la información de muchas empresas es si externalizar determinados proyectos recurriendo al offshore o realizarlos en su propio país. La externalización offshore es controvertida, y la penetración del offshore en el mercado sólo aumentará si las condiciones económicas en muchas partes del mundo continúan con su estado de letargo

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