Software como servicio: la próxima gran ola

En un ya legendario memorando de 1995, Bill Gates hizo sonar la alarma diciendo que la empresa no estaba preparada para lo que sería la próxima “Ola en la Marea de Internet”. Diez años después, el pasado octubre emitió un nuevo mensaje de alta prioridad, advirtiendo que se aproximaba la “ola de servicios” de aplicaciones disponibles instantáneamente sobre Internet: “El próximo cambio está ya sobre nosotros”, escribía Gates.

En sus oídos de Gates debía estar sonando el rumor de Google y de las hordas Web 2.0, cuyas mayas de sitios basadas en XML, caracterizadas por su continuo y “expontáneo” crecimiento, están transformando la experiencia Web. Como observaba Gates en el mismo mensaje, sin embargo, SaaS (Software as a Service o Software como Servicio) no es nada nuevo. Como tampoco algo restringido a los consumidores, desarrolladores, y empresas de pequeño tamaño a las que Microsoft está dirigiendo su página Windows Live personalizable y su oferta de sitio Web y servicios de colaboración gratuitos Office Live.

Salesforce.com, fundada en 1999 sigue siendo el buque insignia de las aplicaciones de negocio SaaS y disfruta, contra los pronósticos de muchos, de espectaculares crecimientos, que la han llevado a alcanzar los 399.000 suscriptores al final de su pasado ejercicio fiscal. Employease, una iniciativa lanzada en 1996, suministra ya gestión de recursos humanos a través de navegador a más de 1.000 clientes gestionando más de 700.000 registros de empleados. Y entre los grandes veteranos del software, Microsoft no es el único que explora SaaS. “Todos los grandes actores están nadando ya en las nuevas”, indica Rick McGee, vicepresidente de estrategia SaaS de IBM Global Services, mencionando directamente a Microsoft, Oracle y SAP.

IBM proporciona la plataforma que está soportando la entrada de SAP en el CRM hospedado y viene prestando servicios desde hace tiempo a múltiples startups SaaS –sus socios dentro de la comunidad VC (Venture Capital) –para crear una red de partners que provea a los clientes de IBM de soluciones con una rápida puesta en el mercado.

Al mismo tiempo, están apareciendo diversos ecosistemas SaaS, como la plataforma On-Demand basada en SOA desarrollada por Rearden Commerce, que conecta a los clientes empresariales con proveedores de viajes, envíos y entrega de paquetería, y otros servicios a través de aplicaciones Web basadas en identidades. Y ahí está la nueva e interesante plataforma AppExchange de Salesforce.com, que ofrece un espacio hospedado para compartir aplicaciones basadas en el software On-Demand de la compañía.

Todavía, una gota en el mar
Toda esta agitación, sin embargo, no debe hacernos suponer que la ola SaaS vaya a engullir de la noche a la mañana el modelo de negocio asociado al sistema tradicional de suministro de software basado en la compra de licencias. La participación de SaaS en el mercado de aplicaciones de negocio es todavía casi imperceptible, y muchas empresas se muestran reticentes a abrazar el nuevo modelo, entre otros motivos, por su preocupación sobre la fiabilidad y disponibilidad. Una preocupación que las repetidas caídas sufridas por Saleforce.com en los primeros meses de este año –el suministrador ya ha reforzado su infraestructura para evitar que se repitan- no han hecho sino aumentar.

Aún así, la entrada de las grandes empresas de software, la emergencia de comunidades de negocio integradas en mallas de trazado transparente a menudo para el usuario y siempre en desarrollo, y el creciente anhelo de los responsables de TI por minimizar la carga asociada al despliegue y mantenimiento de aplicaciones, sugieren que SaaS se encuentra al borde de una corriente de mucho más rápido avance.

Muchos gestores TI ven SaaS como una promesa divina, con la rápida puesta en funcionamiento y la baja o nula carga de mantenimiento como principales atractivos. Este modelo de despliegue no complicará la vida al CTO, quien no tendrá que avanzar a través de complejas fases, tratar con servidores, ocuparse del mantenimiento de versiones, de la seguridad y rendimiento de la nueva plataforma, etc. Otro de sus principales beneficios se encuentra en el ciclo de actualización de aplicaciones, que en el enfoque tradicional suele obligar a los clientes a esperar años para disponer de revisiones, y, entonces, interrumpir sus servicios durante el proceso de despliegue. El precio a pagar no sólo incluía el coste tecnológico propio de la migración, sino también el asociado a la parada o modificación temporal del modelo de negocio.

Por el contrario los proveedores SaaS van incrementando la nueva funcionalidad sobre el software que, una vez revisado, se hará disponible para todos ellos a la vez –en un entorno SaaS auténtico, se tratará, de hecho, de una única instancia de software para la totalidad de usuarios- y de una manera prácticamente transparente, manteniendo el servicio lo más consistente posible durante el breve periodo de actualización.

Para grandes y pequeños
No obstante, lo que en el caso de muchas pymes representa un enorme atractivo–dejar que las espaldas del proveedor de servicio soporten la carga del desarrollo, mantenimiento y disponibilidad del software- puede llegar a convertirse en un inhibidor para las grandes empresas, acostumbradas a mantener el control absoluto de sus aplicaciones. Sin mencionar que el enorme presupuesto invertido por ellas en las licencias CRM o ERP existentes se hará difícil de justificar. Así, Andrew Clark, director de estrategia para Venture Capital Group de IBM, considera bastante dudoso que muchos de sus grandes clientes vayan a desplazar las inversiones existentes hacia SaaS.

SAP y Oracle están intentando bordear estos inconvenientes vendiendo sus ofertas SaaS como parte de una suite de opciones que incluye software empaquetado. De hecho, SAP ve su nuevo servicio CRM como una rampa para llegar aumentar las ventas y el despliegue de su oferta de software CRM SAP tradicional. Por eso, su oferta de CRM “utiliza las mismas líneas de código para un despliegue On-Premise y On-Demand”, explica Peter Graf, vicepresidente ejecutivo de marketing de SAP.

Oracle, que ha ofrecido versiones hospedadas de E-Business Suite durante años –y ha heredado CRM OnDemand de la adquisición de Siebel- ve el modelo bajo demanda como la piedra angular de su nueva iniciativa de integración Fusion, según Chris Hummel, vicepresidente de soporte a ventas globales de servicios de Oracle. Como SAP, Oracle está asumiendo un enfoque “obténgalo-a-su-manera”, ofreciendo ambas alternativas, hospedadas o convencionales, o una mezcla de ambas, dependiendo de las preferencias del cliente.

Una historia de dos arquitecturas
No es sorprendente que las nuevas ofertas de SAP y Oracle estén despertando poco más que desprecio en los suministradores totalmente comprometidos con el nuevo modelo de entrega de software (SaaS pure-players), de los que Salesforce.com sería un ejemplo y cuya estrategia se caracteriza por hacer disponibles sus aplicaciones únicamente como servicio, no por incapacidad de ofrecerlas de otro modo, sino por absoluto convencimiento. Aunque Marck Benioff, CEO de Salesforce.com cree que la entrada de SAP en el CRM hospedado ayuda a validar el modelo bajo demanda a ojos de muchos clientes empresariales, está convencido de que SAP sigue un enfoque absolutamente equivocado.

Según Benioff, el auténtico SaaS debe adherirse de manera ineludible a un principio arquitectónico conocido como multitenancy (multi-inquilino) don

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