MAPFRE construye una plataforma autónoma para investigar el impacto de la tecnología en coches autónomos
La aseguradora trabaja de la mano de equipos de investigación de la Universidad Politécnica y de la Universidad Carlos III de Madrid en el impacto de la tecnología en la seguridad vial y los seguros.
En la medida que la tecnología de coches autónomos madura, también lo hace la normativa reguladora en torno a la misma.
Actualmente el estándar SAE J3016 es el encargado de pautar los niveles de conducción de los vehículos autónomos, estableciendo una escala del 0 al 5 en función de la intervención humana.
En España, el Reglamento General de Circulación recoge la obligación de prestar una atención permanente en la conducción en todo momento y la prohibición de separar las manos del volante. Se espera que a finales de este año haya una reformulación de las normas que contemple el nivel 4 del estándar citado.
Dado que esta evolución prevé un grado de automatización alta, las partes involucradas están estudiando las implicaciones de este salto.
MAPFRE trabaja desde 2018 en CESVIMAP, una plataforma autónoma de pruebas para investigar esta tecnología y los riesgos que supone. El proyecto, en el que participan la Universidad Politécnica de Madrid, a través de su brazo de investigación INSIA, y la Universidad Carlos III, a través de su Laboratorio de Sistemas Inteligentes, desarrolla y prueba diferentes aspectos implicados en el proceso de conducción autónoma.
Así, se desarrollan y pruebas aspectos como la visión por computadora para la percepción del entorno, las capacidades de comunicación vehicle to everything, la integración hombre-máquina o la localización y simulación de los entornos.
La aseguradora también lleva a cabo la simulación numérica de siniestralidad en diferentes escenarios construidos bajo el modelo de gemelos digitales o el análisis de vehículos como los robots de reparto que ya empiezan a transitar por las ciudades.
