RRHH

El compromiso laboral, ¿cerca de ser una utopía?

El compromiso de los empleados con sus empresas es una panacea que se persigue desde siempre por su vinculación con los beneficios, una menor tasa de rotación de personal y un entorno de trabajo agradable. Pero, la verdad es que es difícil de conseguir y merma la productividad de muchas de ellas.

compromiso laboral

Un estudio de Gallup señalaba en 2013 cómo el 70% de los trabajadores estadounidenses no participa activamente en su puesto de trabajo. El mismo estudio mostraba cifras similares en 2015 y, según otro estudio de la firma, para los que se incorporan a una empresa hay una llamada "luna de miel" al principio que pronto se supera (en unos seis meses, se calcula).

Esto contrasta con los pingües beneficios que reporta un fuerte compromiso de la plantilla, en forma de productividad. De hecho, Gallup estima que la baja productividad puede costarle a EE.UU. entre 450 y 550.000 millones de dólares al año.

Adam Ochstein, fundador y CEO de Stratex, subraya esta participación en el trabajo como clave en los negocios: "empleados comprometidos es igual a empleados felices, y sirven mejor a los clientes. Proporcionar un gran servicio es importante en todos los sectores y es difícil conseguir que los empleados que no se preocupan por su trabajo, quieran dar un gran servicio", sostiene.

Se podría pensar que las políticas de retribución y de compensaciones corporativas ayudan a mejorar el rendimiento de los empleados, pero el mayor impacto en su rendimiento procede del compromiso, según los especialistas. Incluso si se ofrece un horario flexible, tiempo de vacaciones ilimitado y otras ventajas, si  no hay compromiso por parte de los trabajadores, no lograremos los resultados que perseguimos, vienen a decir.

El CEO de Stratex asegura que los empleados comprometidos convierten la oficina en un lugar mejor, donde es más divertido trabajar y se respira una actitud más positiva, que además es contagiosa. “Cuando los empleados realmente disfrutan de su trabajo, todo el negocio mejora", concluye.

Aunque la primera responsabilidad de este compromiso es personal, los estudiosos del tema consideran que cargos intermedios y alta dirección tienen que tener un alto nivel de compromiso que, si no existe, se contagia a todos los miembros del equipo. Es decir, un gerente no comprometido traslada un mal feeling que provoca un efecto dominó nefasto, se asegura, por lo que es necesario actuar en lo alto de la pirámide.

 



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