La era post-PC

En 2011 por primera vez en la historia se superarán los 2.000 millones de internautas en el mundo, pero también por primera vez más de la mitad de ellos accederán desde un dispositivo que no sea un PC (IDC, 2011). Ya lo decía Steve Jobs en el diario El País en junio de 2010: “Los PC van a ser como los camiones, existirán pero únicamente una pequeña parte de la población los necesitará”.

La conexión a Internet desde dispositivos móviles está creciendo rápidamente transformando la experiencia del usuario en Internet. En nuestro país más de nueve millones de personas utilizaron un dispositivo móvil para acceder a Internet en el último trimestre de 2010 (Nielsen, 2011). La evolución de Internet móvil ha sido posible gracias a:
• La proliferación de dispositivos móviles (smartphones, tabletas, netbooks, reproductores multimedia y consolas de videojuego portátiles) con conexión a la red (mobile and personal media). Las previsiones son de que en 2011 se vendan en el mundo 330 millones de smartphones y 42 millones de tabletas (IDC, 2011).En España a finales de 2010 la base instalada de smartphones era de 13,2 millones y con una penetración del 35% situaba a nuestro país como líder en la Europa Occidental en aceptación de dichos dispositivos (Comscore, 2011). Las previsiones para el futuro son aún más espectaculares, según Cisco, los dispositivos móciles conectados (incluyendo portátiles, tablets y smartphones) superarán los 2000 millones en 2015 [ver figura 1].
• La extensión de la infraestructura de acceso, principalmente el crecimiento de la cobertura 3G (y la llegada de tarifas planas de acceso móvil a precios competitivos) y el reciente lanzamiento en España de LTE (4G) pero también el de redes Wifi y Wimax que permiten redireccionar tráfico móvil por la red fija para evitar la congestión en la red móvil. El crecimiento previsto del tráfico móvil pone en cuestión la capacidad de la red móvil para absorber dicho tráfico por lo que el traspaso de tráfico a la red móvil mediante redes Wifi parece una opción interesante que AT&T ya está utilizando con un hotspot Wifi en Times Square que descongestione su red móvil en esa área de enorme tráfico. Las redes Wifi también están experimentando un importante desarrollo en nuestro país, con la aparición de numerosas Wifi públicas en distintos municipios españoles (según fuentes del sector, 40 capitales de provincia tenían para 2010 planes de despliegue de algún servicio Wifi de acceso público). Como ejemplo puede citarse Zaragoza que lanzó en marzo de 2011 el mayor plan de acceso público urbano en España con 462 puntos de acceso en el casco urbano de la ciudad o las Wifis públicas de los autobuses de la EMT en Madrid. A estas iniciativas municipales hay que sumar iniciativas ciudadanas como Lavapiés Wireless e iniciativas comerciales privadas como FON. En 2010 el 8% de los internautas afirma haber accedido a Internet desde Wifi en espacios públicos, porcentaje que aumenta hasta el 10% en entornos urbanos y a más del 12 en jóvenes ( INE, 2010).
• El espectacular desarrollo de contenidos y aplicaciones para estos dispositivos. En el año 2010 se descargaron en todo el mundo 10.000 millones de aplicaciones móviles, cifra que ascenderá a 25,000 millones en 2011 con un volumen de negocio de 12,000 millones de dólares frente a los 5,000 que supuso en 2010 (IDC, 2011). Este crecimiento es motivado por una enorme oferta de aplicaciones de todo tipo, Apple App Store ofreció 375.00 aplicaciones distintas en 2010 y ofrecerá 750.000 en 2011. Por su parte Google's Android Market ofrecerá 550.000 aplicaciones en 2011 frente a las 150.000 de 2010. Según Comscore un 46,1% de los estadounidenses y un 41,1% de los europeos usaron sus móviles para consumir algún tipo de contenido multimedia (Comscore, 2011). Este crecimiento podría acelerarse aún más con nuevos estándares de navegación y aplicaciones en la nube (es decir, accesibles en red pero sin contenido residente en el dispositivo) que permitirían el desarrollo de contenidos independiente del sistema operativo del dispositivo.

La tercera ola: tecnología ubicua
La ya descrita tendencia hacia el acceso móvil es sólo parte del cambio. La otra gran transformación es que gran parte de estos dispositivos móviles están dotados de “ojos y orejas” que les permiten ser conscientes del entorno que les rodea (context awareness) y de su posición geográfica (location awareness). Es decir, son dispositivos capaces de relacionarse con el entorno real ya sea con un GPS que permite obtener su posición, cámaras y micrófonos que les permiten ver y oír lo que sucede alrededor o giróscopos y acelerómetros capaces de detectar su movimiento. De esta forma el avance del acceso móvil y la proliferación de dispositivos avanzados podría enmarcarse en una transformación más profunda que distintos autores denominan de formas diferentes: Web squared (O´Reilly, 2009), pervasive computing (Weiser, 1993) o Everyware (Greenfield, 2006). Todas estas visiones tienen en común que el futuro de Internet es su “encuentro con el mundo real” (O`Reilly, 2009). Según el influyente trabajo de Weiser, nos moveríamos hacia una tercera ola en la historia de la computación. La primera, que él denomina la era mainframe, estaba caracterizada por ordenadores compartidos por muchas personas, todas ellas expertas en tecnología. La segunda sería la era del PC donde la relación persona/ordenador es unívoca y no sólo expertos pueden usarlos aunque siguen siendo necesarios ciertos conocimientos para su manejo; la tercera sería en la que estamos entrando: la era de la computación ubicua en la que cada persona se relaciona con varios sistemas y las interfaces de relación son sencillas y transparentes (pensemos en los actuales desarrollos de interfaces táctiles o basados en el habla). En esta tercera ola la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana y se integra de manera transparente con el mundo físico. “Justo al contrario de lo que proponía la realidad virtual, personas dentro de un mundo generado por ordenador, la computación ubicua obliga a los sistemas a vivir en un mundo creado por los hombres” (Weiser 1993).
Por lo tanto, podríamos concluir que la nueva era de Internet lejos de la visión place-less de la realidad virtual y el ciberespacio podría verse como una piel digital que cubre el espacio físico creando un espacio híbrido en el que personas y cosas están conectadas y en el que todo nuestro entorno puede ser concebido como una red en la que la información está en todas partes y en todo momento. Un entorno en el que “lo digital” ha salido de las pantallas de nuestros ordenadores para estar presente en nuestra realidad física cotidiana.


Jaime García Cantero es analista independiente.

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