Deoleo apuesta por un futuro más sostenible gracias a la transformación digital

Desde hace décadas, el aceite de oliva se ha convertido en uno de los principales protagonistas de las cocinas de todo el mundo, gracias a sus propiedades beneficiosas para la salud y a su inigualable sabor. Tanto es así que, según datos del Consejo Oleícola Internacional (COI), su consumo mundial en la campaña 2021/2022 se situó en los 3,21 millones de toneladas, un 2,9% más que el período anterior.

Una de las compañías que más conocen este producto en nuestro país es Deoleo, empresa fundada en 1955 y con sede en Córdoba, que cuenta con marcas tan conocidas como Bertolli, Carapelli, Carbonell, Koipe y Fígaro. Presente en más de 70 países, la filosofía de esta empresa española es, “con una herencia de calidad y tradición”, poner en valor la innovación y la sostenibilidad como vectores de crecimiento, con el objetivo de proteger a sus agricultores, proveedores y la tierra de la que todos dependemos. De ahí que la visión de la compañía sea liderar la producción de aceite de oliva hacia un futuro más sostenible.  

Para alcanzar estos objetivos, Deoleo ha tenido que apostar por un proceso de transformación digital que le permita alcanzar dicha eficiencia operativa y contribuir a su estrategia de sostenibilidad.

"Buscamos a los partners tecnológicos adecuados, establecemos prioridades y abordamos la transformación con un objetivo, mejorar los procesos y fomentar la automatización"

 

Si hubiera que establecer el punto concreto en el que la compañía se encuentra, dentro de ese proceso de transformación digital, para Maricruz Díaz, CIO de Deoleo, “estamos en la mitad de todo el proceso. Llevamos cierto camino recorrido, pero queda aún mucho que recorrer. Aunque nuestro modus operandi es muy claro: identificamos las necesidades de la compañía, identificamos en el mercado las tecnologías más disruptivas, buscamos a los partners tecnológicos adecuados, establecemos prioridades y abordamos la transformación con un objetivo, mejorar los procesos y fomentar la automatización para ser más eficientes”.

Aun así, no es un proceso sencillo. En ocasiones “buscar la herramienta o la tecnología más adecuada puede ser un gran reto, porque hay que tener en cuenta diferentes variables, principalmente la forma en la que la tecnología encaja con lo que tenemos internamente. Cuando implementamos una herramienta o una tecnología nueva esto conlleva una revisión en todo lo que concierne al cambio de procesos y en la forma de trabajar de las personas implicadas”.

En la actualidad, el ERP, “el core”, como explica Díaz, la herramienta que lo soporta todo es SAP. Sobre ella, “se sustentan los pilares de todo: producción, ventas, contabilidad, compras, etc., aunque luego tenemos otras herramientas que se comunican con SAP”.

En busca de la eficiencia junto a Siemens

En esa búsqueda de una mayor sostenibilidad y eficiencia, la compañía ha estado embarcada en diferentes proyectos de transformación digital “sobre los que hemos estado trabajando y de los que nos sentimos muy orgullosos”, explica la CIO.  El más reciente es el de Siemens Digital Industries Software, la unidad de negocio de Siemens especializada en software que “nos ayudó a alcanzar la eficiencia operativa y, a la par, contribuir a la estrategia de sostenibilidad de la compañía, que pone en el horizonte 2030 su objetivo de las cero emisiones”. A nivel más técnico, lo que se ha llevado a cabo con Siemens es la implementación de su software Opcenter™ RD&L, que ha servido de plataforma para racionalizar, optimizar y alinear todos los diseños y procesos de los productos con los más altos estándares de calidad. Además, “nos hemos dado cuenta de que alinear todos los procesos y datos de I+D acelera la transferencia de los diseños finales de los productos a la fabricación general”.

Esta implementación ha tenido lugar en la planta de envasado de Alcolea (Córdoba), sede social de la compañía, y, en estos momentos, “estamos en un proceso de transformación que se está cimentando y ejecutando desde diferentes ángulos”, explica Díaz. En el área de calidad, por ejemplo, “hemos llevado a cabo importantes modificaciones, como el proyecto LIMS (Laboratory Information Management System). Se trata de una mejora en la gestión de todo el proceso, desde que el aceite entra en cisternas a nuestras instalaciones, pasa por la fase de la clasificación, ubicarlo en los tanques que corresponden y, por último, dirigirlo a las líneas de envasado”.

En este proyecto, los resultados han sido muy claros: uso de la digitalización para mejorar la sostenibilidad consumiendo menos papel, tinta y energía; comercialización más rápida con la integración de los procesos y las comunicaciones, y con la eliminación de la entrada manual; mayor sostenibilidad, al reducir los residuos debidos a errores humanos; procesos acelerados de garantía de calidad; y mejor visibilidad mediante la captura y el análisis de datos.

" [Con IBM] hemos introducido el QR para que los consumidores puedan conocer todo el proceso, desde la elaboración hasta la comercialización"

IBM y la mejora de la trazabilidad

La compañía también ha trabajado con IBM en un proyecto de trazabilidad de los productos, a través de su plataforma Food Trust, con tecnología Blockhain. “Con ellos hemos introducido el QR para que los consumidores puedan conocer todo el proceso, desde la elaboración hasta la comercialización”. Esto se ha conseguido mediante el desarrollo de una aplicación que permite a los consumidores conocer toda la información relativa al proceso de trazabilidad. Este proyecto concreto lo están desarrollando con la marca Maestros de Hojiblanca, uno de los productos estrella, aunque, según Díaz, “nuestra idea, a largo plazo, es que podamos ofrecer este valor añadido a nuestros consumidores en todos los productos de todos los mercados en los que estamos presentes”.

Por último, la marca ha puesto en marcha el proyecto Manufacturing Printer System que tiene que ver con la digitalización de las líneas de producción. Con ello se logra automatizar el proceso de marcaje y etiquetado en la botella, caja y palet. Este sistema se aplica a las principales marcas de Deoleo y, según la CIO de la compañía, el principal beneficio es que se dispone de un sistema único de marcaje y etiquetado, de tal forma que es el propio sistema el que monitoriza el proceso desde que comienza hasta que termina. “Esto nos ha permitido reducir el software a licenciar, así como reducir drásticamente los errores manuales”. Gracias a ello, “ahora podemos decir que nuestros productos han experimentado una importante mejoría desde el punto de vista de la garantía de la calidad y una reducción de errores en etiquetado y marcaje. Esto tiene un impacto directo en la disminución de reclamaciones por parte de los consumidores”.

Todos estos proyectos afectan a todos los departamentos de la compañía: industrial, compras, calidad, logística, marketing, etc. Por ello, el papel del CIO es crucial. “Al final, nosotros somos un departamento transversal que tiene que dar respuesta a toda la compañía. El principal reto en este sentido es establecer prioridades. Nos sentamos con todas las áreas de la compañía y vemos qué proyectos abordar, inversiones necesarias, etc.”. Así, el rol del CIO, según Mª Cruz Díaz, “exige conocimiento, radar externo y la necesidad de combinarlo con las necesidades del negocio y los costes asociados de todos los proyectos. Exige, asimismo, una labor de influencia y liderazgo porque estamos trabajando con procesos, personas y herramientas”.

En el caso de IBM y la tecnología blockchain, “hemos lanzado el piloto con Maestros de Hojiblanca y estamos seguros de que los consumidores sabrán valorar el esfuerzo que estamos realizando por proteger y verificar la trazabilidad de nuestro aceite a lo largo de la cadena de valor sin posibilidad alguna de falsificación”.

Retos de futuro

Para la CIO de Deoleo, la compañía afronta el futuro “con mucha ilusión, teniendo en cuenta siempre las tecnologías que hay en el mercado. Deoleo siempre va a estar atento a las nuevas tecnologías y a la vanguardia. Primero tenemos que ver con lo que contamos y cómo está el mercado para buscarle un encaje concreto. Sabemos lo que tenemos, sabemos lo que hace el mercado, y queremos mejorar constantemente, y lo más importante: que nuestros profesionales sean lo más eficientes posibles, mediante el uso de herramientas que les aporten valor”.

Asimismo, seguirán apostando por tecnologías que mejoren la calidad de los aceites, que mejoren la eficiencia de los procesos y que contribuyan a la lucha contra el cambio climático, un reto que está marcado en rojo en su calendario.