"La descarbonización no es posible sin tecnología, innovación y emprendimiento"

La industria energética es una de las principales causantes del cambio climático. Así de tajante y autocrítico es Luis Cabra, director general de Transición Energética, Tecnología, Institucional y Adjunto al CEO de Repsol. Pero desde esa posición, asegura, la multinacional tiene un enorme poder transformador que quiere y debe utilizar para poder lograr una transición energética que se nutra de la tecnología y la innovación, tarea en la que ya están encaminados. 

En forma de contexto, Cabra comienza su intervención en la primera jornada de la 36º edición del Encuentro de Economía Digital y las Telecomunicaciones de AMETIC contando que actualmente, hay una serie de problemas estructurales y coyunturales que están obstaculizando esta transición hacia una energía más limpia y sostenible. Por un lado, la mayor demanda de energía en las últimas décadas ha aumentado las emisiones de Co2 en lugar de reducirlas, según los objetivos marcados por el Protocolo de Kioto. “Todavía más del 80% del suministro de energía nos viene de fuentes que tienen alta intensidad de carbono”, comenta. Por otro lado, elementos temporales como la guerra de Ucrania, la crisis de suministros y la pandemia han demostrado lo sensible que es el balance oferta/demanda de energía en el mundo. 

"No podemos hablar de revoluciones. No podemos engañarnos sobre el ritmo de la transición energética, tenemos que hacerla mucho más acelerada de lo que la hemos hecho en los últimos 20 años"

Con esto en mente, Cabra manifiesta que “no podemos hablar de revoluciones. No podemos engañarnos sobre el ritmo de la transición energética, tenemos que hacerla mucho más acelerada de lo que la hemos hecho en los últimos 20 años, porque no hemos hecho nada. Tenemos que empezar a hacer cosas que tengan efecto ya y no dentro de 20, 30 o 40 años”. En esta línea, recordó que en 2019 Repsol fue pionera en su compromiso a futuro de generar cero emisiones netas para 2050.

Tecnología, la clave de Repsol para la descarbonización

Repsol tiene tres claves para su búsqueda de la descarbonización y de renovación de su mix energético. “La primera es la tecnología, la innovación y el emprendimiento. Alrededor de la tecnología debe haber facilitadores para hacer que ese emprendimiento florezca, que esa innovación funcione y que ese desarrollo tecnológico se produzca de manera más acelerada”, dijo el director general de Transición Energética y Tecnología de la multinacional.

La segunda clave es “encontrar las oportunidades, no de desindustrialización, sino de reindustrialización alrededor del problema del cambio climático”. En ese sentido, Cabra critica que en Europa se tiende a prohibir determinadas tecnologías generadoras de energía y no a prohibir o limitar directamente las emisiones de Co2. “Todos sabemos que hay soluciones de descarbonización que ya están al alcance de la mano, pero tenemos que facilitar que si hay emprendedores, si hay innovadores, si hay industriales que quieren aportar con determinadas soluciones de descarbonización, la regulación sea habilitadora y no sea una barrera para el desarrollo de nuevas soluciones”, enfatizó. 

Finalmente, la tercera clave de Repsol es la responsabilidad de los ciudadanos y consumidores, para lo cual “la tecnología y la implantación industrial de las tecnologías va a ser la solución, pero necesitamos de una regulación habilitadora y facilitadora”, según Cabra.

Vías hacia la transición energética

En su intervención, Cabra comentó sobre las distintas soluciones que Repsol tiene a la mano para renovar su mix energético gracias a la innovación, investigación y tecnología. Una de ellas son los electrones renovables, que serían las energías renovables, en lo que la empresa ya tiene una línea de crecimiento. 

Otra solución son las moléculas renovables, es decir, “combustibles líquidos como los sintéticos, que pueden funcionar en motores de combustión interna con cero emisiones, tenemos biocombustibles avanzados, que pueden provenir de residuos agrícolas, forestales, etc y no de materia prima, tenemos hidrógeno”, dice Cabra. “Esto nos permitirá transformar cinco grandes centros industriales que hoy son refinerías y complejos petroquímicos en algo diferente que irá sustituyendo al petróleo y al gas natural por componentes y materias primas de origen renovable”, explica. La tercera solución es la captura de Co2, para lo cual “ya tenemos tecnología en juego”.

"La tecnología y la implantación industrial de las tecnologías va a ser la solución, pero necesitamos de una regulación habilitadora y facilitadora"

En todo este proceso, “la digitalización nos va a acompañar. En Repsol llevamos desde el 2018 con un programa muy intenso de digitalización, tenemos más de 400 casos digitales en funcionamiento, cada uno con un plan de negocio y con una estimación de beneficios”, comenta. Gracias a este plan, entre 2018 y 2022 redujeron costes o incrementaron márgenes por un total de 800 millones de euros al año respecto a 2017. 

Este esfuerzo, dice, “requiere de una arquitectura que estamos creando, la migración a la nube y una plataforma para poder enganchar cada uno de los casos digitales a un sistema común y modular que nos permita seguir incorporando soluciones digitales a toda nuestra cadena de valor: exploración y producción, las plantas industriales, a través de IoT tener interfaces e interacción más próxima con el cliente, y la generación eléctrica renovable”. 

Gracias al programa y a las soluciones digitales, las refinerías y plantas químicas han reducido un 4% su consumo energético y han mejorado la seguridad física de sus empleados, ya que pueden trabajar a mayor distancia de los activos. Asimismo, los clientes ahora tienen acceso a aplicaciones móviles que utilizan la analítica de datos y la IA que les permiten recibir ofertas personalizadas, ser más eficientes en el consumo de energía, pagar en estaciones de servicio, encontrar puntos de recarga, entre otros.