La movilidad, la apertura del acceso a las APIs y los nuevos modelos de negocio generan nuevos requisitos de seguridad
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Las nuevas tendencias han propiciado un nuevo enfoque de la seguridad en el que se busca el equilibrio entre control y capacidad para generar negocio. Para tener éxito en la economía de las aplicaciones las empresas tienen que ser capaces de innovar y poner en el mercado sus aplicaciones lo más rápido posible. Las aplicaciones por medio de APIs facilitan esta opción. Para hacerlo posible, el 81% de las organizaciones europeas encuestadas (el 76% en el caso de España), están abriendo sus datos vía APIs a clientes, proveedores y socios, con el objetivo de acelerar el lanzamiento de aplicaciones web y móviles, mejorar la relación con sus clientes y generar nuevas oportunidades de negocio y de ingresos, lo que también conlleva nuevos requisitos de seguridad.
“En la Economía de las Aplicaciones, en la que personas, dispositivos y todo tipo están conectados, las empresas son conscientes de que la seguridad va más allá de proteger. Esas mismas soluciones que controlan quién y qué accede a nuestros datos, también pueden colaborar a proporcionar una experiencia al cliente más positiva y sencilla a la vez que contribuir al crecimiento del negocio de distintas maneras”, ha comentado Rufino Honorato, CTO y director de Preventa de CA Technologies. “Hoy en día se espera que la seguridad esté presente desde el primer momento, una situación que está a años luz de aquella época en la que la seguridad se veía como un último paso y se planteaba una vez que el servicio o la aplicación ya estaba en funcionamiento”, agrega.
Por otro lado, de acuerdo con los resultados del estudio, aunque el control de datos y aplicaciones sigue siendo el principal objetivo (mencionado por el 55% de los encuestados españoles y el 50% de los europeos), la seguridad vista como un elemento que puede facilitar nuevas fórmulas de negocio va encontrando su hueco (16% en España y 18% en Europa).
Los beneficios obtenidos o que esperan obtener las empresas derivados de las mejoras en seguridad, la disminución en el número de brechas de seguridad y los mayores ingresos derivados de nuevos servicios impulsados por la seguridad fueron señalados por un 85% de los encuestados españoles, seguido de la mejora de la satisfacción del cliente y de la confianza en los servicios y productos corporativos (80%), el incremento en la productividad de los usuarios internos y la flexibilidad del negocio (79%), el incremento en el número de usuarios que utilizan sus apps y servicios (76%) o un mayor control y responsabilidad (73%).
Esta nueva perspectiva sobre la seguridad que además de proteger facilita nuevas formas de negocio, está modificando también las inversiones. Según indicaron los encuestados europeos, en tres años un 23% de su presupuesto de TI se dedicará a la seguridad, frente al 16% actual, lo que supone un crecimiento medio del 40%. Sin embargo, España es el país europeo en el que menos crecerá la inversión en seguridad en los próximos tres años, a pesar de que se reconocen los beneficios en el crecimiento de satisfacción del cliente o productividad de los empleados. El incremento previsto es menor, del 18% actual al 20% en tres años, lo que supone una tasa de crecimiento del 14%, la cifra más baja con diferencia de los países europeos participantes en el estudio.
Entre las prioridades de seguridad de las organizaciones españolas, frente al 45% de preocupación por las brechas de seguridad, un 43% destaca la protección de la identidad de los usuarios y clientes, seguida de cerca por la mejora de la experiencia del cliente en plataformas móviles (40%) como importantes prioridades, cifras muy similares a las del resto de organizaciones europeas.