Consejos para fomentar la innovación en la empresa

La innovación está en la base del trabajo del CIO (y, si no lo está, debería integrarla cuanto antes). Es una parte esencial en el actual entorno de transformación digital, en el que conocer las tendencias del sector y visualizar cómo pueden ser de aprovechamiento para la empresa es clave para no quedarse atrás en la prestación de servicios al cliente o usuario. 

Pero no siempre es fácil mantener un ritmo innovador en el cual se aproveche lo mejor de cada nueva herramienta, en el que descubrir qué hay de nuevo en inteligencia artificial o en tecnología flexible del sentido táctil. Hay muchos obstáculos en el camino, como la resistencia de la propia compañía al cambio, un factor que viene dado por la cultura corporativa. Enfrentarse a esta y conseguir cambiarla hacia una cultura digital es uno de los grandes retos de los CIO. En cualquier caso, se debe evitar que la compañía caiga en un bajo ritmo de actualización, que puede llevar a la obsolescencia tecnológica. Para esto, el vicepresidente y analista de Forrester James Staten plantea tres consejos para canalizar los esfuerzos en innovación.

Asegurar la validación del cliente de las ideas de la empresa. El diálogo con los usuarios es básico para conocer qué opinan de los servicios que se les presta, pero más allá de eso, resulta interesante conocer sus necesidades en relación al negocio, aunque no directamente basadas en la oferta que se les propone. Esto ayuda a reformular las prioridades de la compañía, analizando qué propuestas pueden llegar a más gente. Aquí es clave el empleo de herramientas de analítica de datos. 

Ampliar las opciones de pruebas de concepto para las soluciones o servicios a presentar. No siempre se cuenta con los recursos necesarios para realizar suficientes testeos, pero hay una serie de plataformas y herramientas online a través de los cuales llegar a bases de usuarios y comunidades con las que colaborar para desarrollar un mayor número de propuestas. Plataformas como HackerEarth ayudan a poner en relación a las empresas con desarrolladores, facilitando una vía para estas pruebas. 

Asociarse con otros colaboradores especializados en el desarrollo de innovación tecnológica. Por ejemplo, un buen conocimiento del ecosistema startup puede ayudar a fraguar una relación con la que plantear una serie de mejoras e innovaciones que, de tener que desarrollar desde dentro, serían prácticamente inviables. A través de las asociaciones con terceros se puede traer la innovación a la empresa, contribuyendo al desarrollo de una cultura corporativa con foco en lo digital de una forma más ágil de lo que supondría hacerlo desde cero, y permitiendo mantenerse al día de las innovaciones más punteras.