El sector agrícola se apoya en la transformación digital

La transformación digital y la innovación se han convertido en elementos transversales, e imperativos, de todas las industrias. También de la agrícola y agroalimentaria, que desde hace más de un año cuentan con la plataforma Tierra, un repositorio de conocimiento, formación y aplicaciones de nicho del cual ya se benefician 12.200 usuarios de la mano de Cajamar, entidad que ha dado a luz este proyecto. Se trata de un servicio, apoyado por la tecnología en la nube y la inteligencia artificial de IBM, que promulga la eficiencia y la sostenibilidad de este sector, tal y como han explicado los máximos responsables del mismo en un encuentro con la prensa en la Estación Experimental de la Caja Rural en El Ejido (Almería). Alejandro Blas, director de la plataforma, definía la iniciativa con el objetivo de “crear la mayor comunidad digital de conocimiento de la agroalimentación mediante la compartición de problemas, la cooperación, el aprendizaje y la asesoría”.

De este modo, la herramienta se basa en tres ejes de trabajo. En primer lugar, una capa de aprendizaje con paquetes formativos, webinars y cursos online especializados. Asimismo, la idiosincrasia de Tierra pasa por la toma de decisiones basadas en datos. “Ahora mismo cuenta con más de 250 fuentes para acceder a indicadores de más de 50 cultivos con todo tipo de información sobre producción, precios, consumos, regadíos, etc”, explicaba Blas. Y, por último, aporta herramientas de ejecución como planes de riego basados en la meteorología, o de fertilización para optimizar los suelos. “El consumo de agua es tan fundamental como los aportes al terreno. Pero no nos detenemos en este punto y en lo sucesivo se actualizarán más aplicaciones que generarán más conocimientos y aplicaciones prácticas”.

Así se ha creado Tierra

La gestación de la plataforma Tierra se ha basado en la metodología IBM Garage que, según palabras de Paula Ábalos, IBM consulting, permitió analizar, abordar los retos del sector y aterrizarlos. “Es decir, respondimos a las grandes preguntas; por qué, qué y cómo, y lo hemos hecho en un tiempo récord en un proyecto muy agresivo”. El servicio cuenta ya con 12.200 usuarios pero Mikel Díez, director de innovación del Gigante Azul espera que la cifra se doble durante este año y ve en la internacionalización –sobre todo hacia países latinos – una oportunidad de crecimiento importante. “Lo más destacable de Tierra es su escalabilidad”, comentaba. “Se irán incorporando nuevas características, muchos de los cuales ya están en cartera”. También, explicó, se utilizan componentes de terceros de una manera sencilla. “Buscamos agilidad y eficiencia con una base en código abierto que habilita a todo este ecosistema”.

Roberto García, director de desarrollo sostenible de Cajamar. 

Almería como ejemplo de éxito

Contaba Roberto García, director de desarrollo sostenible de Cajamar, que la historia de Almería, enclave de la Estación Experimental de la caja rural, es en sí misma un ejemplo de caso de éxito. Ha pasado de ser una de las zonas más pobres de España, cuya única alternativa era la emigración, a ser el lugar de acogida de unos 700.000 habitantes. “Hasta los años 60 solo funcionaba la agricultura de subsistencia”, decía. “Pero todo cambia cuando se encuentra agua en el subsuelo y con los planes de colonización de las décadas de los 60 y 70 para transformar las tierras de secano y regadío”. En esa época se hacen dos descubrimientos clave: el tipo de suelo enarenado y la construcción de los primeros invernaderos. Y es en este contexto cuando Cajamar abre su primera oficina en 1966. “Surgimos como instrumento para el desarrollo del sector. En 1975, y formándonos en las principales tecnologías, creamos el centro experimental”. Además, añadía, siempre han utilizado las herramientas digitales para paliar la preocupación por los recursos limitados. “El más crítico siempre ha sido el agua. Pero, por ejemplo, en 1992 ya todos los agricultores de Almería usaban el riego por goteo, una innovación que no se conocía en la mayoría de España. De este modo, pasan los años hasta que llega la pandemia de la COVID-19, un punto de inflexión que animó a la entidad a continuar investigando, formando y generando conocimientos. “Esto nos llevó a dar el salto a Tierra y a Cajamar Innova, nuestra nueva aceleradora de empresas”.