La innovación, impulso al crecimiento empresarial
Un estudio de Microsoft establece una relación entre una cultura innovadora y los buenos datos de rendimiento de las compañías.
En el actual contexto de transformación digital, el rol del CIO está evolucionando para incorporar tareas y funciones. Entre las que están ganando peso es la introducción de innovación: aunque se trata de un elemento transversal, en el que están implicados otros miembros de la junta directiva, habitualmente se asocia a la tecnología y así, termina como responsabilidad de la persona líder del departamento de TI. Sus beneficios, sin embargo, pueden abarcar a toda la organización.
Así se desprende de un estudio de Microsoft, dirigido por KRC Research y supervisado por la London Business School. Para la elaboración de esta investigación paneuropea se ha encuestado a 9.113 personas, entre miembros de la dirección y personal, de organizaciones de más de 250 trabajadores en plantilla de 15 países europeos, entre los que se incluye España. De acuerdo al informe, "la creación de una cultura innovadora en el trabajo se convierte en un claro indicador de éxito futuro cuando se trata de la transformación digital".
Yendo al detalle, el 92% de los altos cargos participantes ha vivido un cambio en su organización en los últimos años, un porcentaje que entre los encuestados en España asciende al 96,46%. El principal tipo de cambio detectado es la actualización tecnológica, que detectan cuatro de cada diez.
Para los líderes, el mayor desafío al incorporar esta transformación lo constituye la cultura laboral, más aun que introducir las herramientas adecuadas o decidir concretamente qué cambiar. El cambio empresarial a nivel de plantilla y prácticas es un elemento comúnmente asociado al éxito de la digitalización y, por tanto, vinculado a la innovación.
Los participantes indican, además, una relación directa entre las culturas innovadoras y el desempeño del negocio. En concreto, las organizaciones con culturas altamente innovadoras son el doble de dadas a esperar un índice de crecimiento de doble dígito que las que presentan un menor nivel de innovación. Las primeras muestran, además, un mejor indicador de retención del talento: el 86% de sus trabajadores se muestran dispuestos a permanecer en sus puestos, frente al 57% de las que introducen menos actualizaciones. En España, estos porcentajes son más elevados: un 92,16% de participantes retienen a su plantilla, frente al 79,03%.
Sobre en qué aspectos aplicar la innovación, la investigación pone como ejemplo los cambios en las formas de trabajar, donde la combinación de herramientas tecnológicas, un líder adaptable y el entorno físico adecuado puede llevar a reducir a la mitad las horas improductivas —que son el 52% a nivel global, 50% en España—.
