Tras la pandemia: Reducción del riesgo económico mediante la transformación digital
Tras meses de confinamiento con restricciones al trabajo y la movilidad, muchos países han comenzado a levantar las drásticas medidas que pusieron en marcha para reducir la propagación del coronavirus.

Ahora se enfrentan a un reto diferente: una recesión económica que tiene visos de convertirse en una de las convulsiones más importantes de las últimas generaciones. Con la vida diaria totalmente alterada, la actividad económica normal se ha visto perturbada a una escala nunca vista en tiempos de paz. Los gobiernos intervienen en un intento por evitar el colapso de empresas y hogares. Muchos economistas creen que el mundo ya ha entrado en recesión. Solo en los EE. UU., cerca de 40 millones de personas han perdido su empleo en los últimos tres meses, lo que eleva la tasa de desempleo hasta un escalofriante 14,9 %, el peor dato desde que se tienen registros. Este incremento sin precedentes pone fin a una década de crecimiento para una de las mayores economías del mundo.
Sin embargo, no solo la pandemia está provocando daños en la economía. Las actuales disputas comerciales entre China y EE. UU. han afectado negativamente a la economía global y han puesto a multitud de sectores en peligro. Estas dos circunstancias combinadas crean un suelo fértil para la recesión global, que podría prolongarse durante la mayor parte de esta década y que probablemente tenga repercusiones para el nivel de vida en todo el mundo. Durante el brote inicial de coronavirus, la tecnología demostró ser un factor vital de apoyo al personal médico, o para facilitar la educación en tiempos de distanciamiento social. La conectividad sido un aliado clave para combatir los efectos del virus. ¿Cómo no pensar que la innovación tecnológica será también fundamental después de la pandemia, como ayuda a la recuperación de esta crisis económica?
Transformación digital: el motor de la recuperación económica
Sin duda, la innovación digital será el motor de la recuperación económica. Esa es la razón por la que el sector de las telecomunicaciones es relativamente inmune a la crisis en comparación con otros sectores. La expansión del 5G, en particular, podría tener un impacto positivo sobre la recuperación de la crisis económica en la medida en que ayuda a introducir nuevos bienes y servicios, con una mayor velocidad de los datos y una menor latencia, lo que se espera que facilite un uso más extendido de dispositivos de IoT. Además, el 5G podría mejorar la eficiencia empresarial en cuanto a la producción y la entrega de bienes y servicios, y abrir el camino hacia una mayor innovación y el desarrollo de nuevos productos. La red móvil de quinta generación puede fomentar una mayor productividad en todo el mundo, por lo que podría convertirse en un motor para la recuperación económica.
Entretanto, la transformación digital se ha convertido en un importante componente de los tres pilares de la economía: estabilizar la inversión, expandir la industria y promover el consumo. A finales de mayo de 2020, 81 operadores de 42 países/regiones ya habían implementado comercialmente la solución. La comercialización acelerada del 5G ha impulsado notablemente el desarrollo de la industria 5G. Actualmente, hay más de 200 tipos de terminales 5G en todo el mundo. De ellos, los smartphone de consumo suponen alrededor de un tercio; los terminales industriales e integrados en los vehículos suponen el resto. El 5G impulsa la innovación en el modelo de negocio de los operadores, además del desarrollo del sector aguas arriba y aguas abajo, por lo que puede generar una mayor productividad en todo el mundo y convertirse en un motor de la recuperación económica.
La necesidad de digitalización en Europa
El mundo está entrando en la primera era verdaderamente digital; cada país debe aprovechar al máximo las oportunidades que abre esta megatendencia. La digitalización de Europa es una tarea que aún no ha finalizado y en la que muchos sectores aún deben ponerse al día. En comparación con EE. UU. y China, las empresas europeas van retrasadas en la adopción de las tecnologías digitales, especialmente en el sector de la construcción y el IoT. Por lo general, las empresas digitales tienden a disfrutar de una mayor productividad y mejores prácticas de gestión que las no digitales; son más innovadoras, crecen más rápido y crean empleos con salarios más altos, todo lo cual podría ayudar a acelerar la recuperación desde la recesión. No obstante, Europa titubea en su planteamiento sobre la expansión del 5G, a pesar de que resulta evidente la necesidad de una digitalización más rápida. Europa ha sido duramente golpeada por el coronavirus y se enfrenta a desempleo a gran escala y a un hundimiento económico inédito desde la Segunda Guerra Mundial.
Por suerte, en 2020 se acelerará la implantación del 5G en Europa. El 19 de febrero de 2020, la Comisión Europea hizo públicos una serie de planes estratégicos para diseñar el futuro digital de Europa, incluida la «estrategia europea de datos», que aborda marco de desarrollo y legislativo de la utilización de los datos, la inteligencia artificial y la gobernanza de plataformas. Esto supone un hito en el proceso de integración digital de la UE y una ayuda para aprovechar la ventana de oportunidades que abre la economía de los datos. La Asociación GSM ha pronosticado que en 2025 el número de conexiones 5G en todo el mundo alcanzará los 1800 millones, de los cuales Europa coparía el 13,1 % (unos 230 millones); el 5G supondría el 34 % de todas las conexiones de Europa. Las innovaciones tecnológicas como el Big Data, la computación en la nube y la inteligencia artificial se apoyarán en las redes de infraestructura 5G, dado que facilita la introducción de nuevos bienes y servicios. Se espera que una mayor velocidad de los datos y una menor latencia facilite un uso más extendido de dispositivos de IoT. El 5G mejorará la producción y la eficiencia en la entrega de productos y servicios, y ofrecerá un mayor espacio para la innovación y el desarrollo de nuevos productos. Por ejemplo, gracias a las mayores velocidades de descarga y a la menor latencia, mejorará la eficiencia de la computación en la nube y, de este modo, también la recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos, con el objetivo de mejorar la toma de decisiones en tiempo real.
Ahora más que nunca, Europa necesita invertir en tecnología digital para que el continente ponga rumbo a un futuro de prosperidad.
El trabajo en equipo es necesario.
Hasta ahora, Europa se ha visto en dificultades para lograr consensos sobre el camino a seguir. Una Europa unida es una potencia económica formidable, capaz de enfrentar estas dificultades económicas. Europa puede ser un líder global en la implantación del 5G. Es el momento de que los gobiernos se entiendan y colaboren en la lucha contra los efectos de esta crisis mediante una inversión continua en nueva tecnología, especialmente en la red móvil de quinta generación, para aumentar de esta manera la productividad y promover la recuperación de la economía global.
Huawei ha mantenido una sólida presencia en Europa durante más de 20 años y es un orgullo para la empresa jugar un papel importante y contribuir con todo lo que esté en su mano para fomentar la tecnología. Damos nuestro firme apoyo a nuestros socios europeos y pondremos a su disposición todos los medios a nuestro alcance.
En colaboración con Huawei