Las empresas europeas son incapaces de responder a los ataques dirigidos
Una encuesta revela que tres cuartas de las organizaciones en Europa han sufrido algún tipo de ataque dirigido a sus redes, pese a lo cual no están invirtiendo lo suficiente en tecnologías de seguridad.
Mucho se está hablando en los últimos días de los ataques dirigidos a las redes, sufridos incluso por compañías tech como Apple, Facebook o Microsoft. El número de este tipo de intrusiones está creciendo de una manera tan espectacular que ha pillado con el pie cambiado a muchas organizaciones.
En ese sentido, una reciente encuesta de Quocirca y Trend Micro en Europa ha revelado que tres cuartas partes de las empresas europeas (concretamente el 72%) han sufrido recientemente un ataque de esta índole.
Y es que, a pesar de que la concienciación sobre estos ataques dirigidos ha mejorado considerablemente, las organizaciones del Viejo Continente siguen sin contar con procedimientos que garanticen una respuesta eficaz a estas infecciones.
Así se constata en tanto que, de las compañías que han sufrido ataques, un tercio de ellas asegura que ha tenido un impacto significativo en su organización, siendo los datos financieros, de negocio y personales aquellos cuya pérdida más daño ha ejercido.
Ataques de día cero, polimórficos y malware cifrado son algunos de las modalidades más sofisticadas de este tipo de ataques, que usan en numerosas ocasiones comandos y controles desde dentro de los servidores y las redes de la víctima para evitar ser detectados por los sistemas de seguridad.
La mitad de las empresas no invierten en seguridad
El 52% de las empresas europeas encuestadas admitieron, pese a conocer estas ingentes amenazas, que no estaban implementando o tan siquiera evaluando incorporar herramientas que ayuden a evitar o mitigar los efectos de estos ataques. Asimismo, otro tercio de las organizaciones aseguró que dedicarán en 2013 menos del 10% de su presupuesto de TI a proteger la organización de los ataques dirigidos.
Por sectores, el sector público es el que menos está trabajando en esta línea, ya que el 75% de las administraciones y empresas públicas no consideran los ataques dirigidos como una preocupación de primer nivel, a pesar de haberlos sufrido en el pasado.
