Inteligencia artificial como palanca para erradicar la violencia de género

La violencia de género se ha perfilado como una de las grandes lacras sociales del ser humano. Según datos presentados por la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, en 2022 han sido asesinadas 38 mujeres*. Una cifra que ha contribuido significativamente a superar la barrera de las mil muertes a causa de esta problemática; de hecho, desde el pasado 2003, son 1171 las personas asesinadas a causa de la violencia de género. Así, con el fin de plantar cara a estos hechos y contribuir a paliar los estragos que causa, la tecnología se pone al servicio de la sociedad.

Desde 2009, la compañía AIS Group, especializada en la aplicación de técnicas de inteligencia artificial (IA), ha venido colaborando con un equipo de forenses de Cataluña con el propósito de crear un protocolo que permita reducir el número de episodios de violencia de género y homogeneizar los criterios de gravedad de las lesiones, facilitando además el diálogo entre forenses y jueces.

Perfil de una agresión

Durante el transcurso de ocho años se han analizado un total de 1.622 casos registrados en el municipio de L’Hospitalet de Llobregat, en los que se obtuvieron datos completos en base a un protocolo establecido por AIS. Las conclusiones del análisis de estos datos se recogen ahora en un paper pendiente de publicación que revela que, sobre esta muestra, el segmento de mujeres con edades comprendidas entre 18 y 30 años representa casi la mitad de los casos. Además, en 2 de cada 3 agresiones, los implicados son pareja en el momento de la agresión. 

Así, según se desprende de los casos analizados, es en los primeros años de relación cuando se registran más episodios de violencia. En cuanto a los datos de la agresión, en 3 de cada 4 casos, el episodio de violencia no había sido la primera agresión sufrida por la víctima. No obstante, pese a no ser la primera agresión, en la mayoría de los casos, sí suele ser la primera denuncia. De manera que la mayoría de las víctimas soportan diversas agresiones antes de interponer formalmente una denuncia.

En lo que se refiere al momento de la agresión, se registra un mayor número de casos durante el fin de semana y la mitad de las agresiones ocurren de madrugada. Entre los principales motivos declarados como detonante de la agresión se encuentran los celos, la ingesta de alcohol y los problemas de pareja.

La IA se suma a la lucha

Más allá de los datos concretos de los casos estudiados que ofrecen una radiografía de la situación en una zona concreta durante un determinado periodo de tiempo, hay que extrapolar los beneficios que la IA puede aportar a los actores implicados en la atención a las víctimas y la prevención de la violencia contra la mujer. Según Nausica Trias, directora general de AIS, el primer paso es unificar criterios relacionados con la captura de información. “Gracias a eso, hemos podido disponer de una gran cantidad de casos que nos han aportado datos muy valiosos con los que alimentar motores de inteligencia artificial, no sólo relativos a las posibles lesiones, sino incorporando información sociodemográfica relacionada”.

"Todavía hay mucho trecho por delante, mucho margen de mejora. Debemos tomar todo lo que pueda resultar útil como, en nuestro caso, la tecnología, para erradicar la violencia de género"

 

Nausica Trias, directora general de AIS

La inteligencia artificial, prosigue la directora general de la firma, permite “identificar de manera más detallada “grupos de riesgo y proponer indicadores forenses clave para asesorar en dichas situaciones. Además, identifica las áreas donde deben aplicarse medidas protectoras de los colectivos más vulnerables, optimizando recursos, servicios y programas que contribuyan a reducir también los niveles de revictimización”. Otro aspecto donde han puesto especial énfasis radica en la elaboración de una escala más detallada de los índices reconocidos de la gravedad de las lesiones. El objetivo aquí, incide Trias, “era dejar menos espacio a subjetividades y tratar de mejorar así la comunicación y el entendimiento entre jueces y forenses”.

No hay duda de que “conocer la relación entre la gravedad de la agresión y las características socioeconómicas, la localización geográfica, el entorno cultural o la repetición de agresiones permite desarrollar políticas de prevención más eficaces”, afirma Trias. Sin embargo, el trabajo realizado les ha hecho constatar que “todavía hay mucho trecho por delante, mucho margen de mejora”. Como sociedad, concluye Trias, “debemos ser capaces de tomar todo lo que nos pueda resultar útil como, en nuestro caso, la tecnología, para erradicar la violencia”.

La prevención es crucial

Las técnicas de IA superan en capacidad de análisis a la estadística tradicional. Pueden analizar un número muy superior de variables, detectar interacciones y ofrecer resultados mucho más precisos. Gracias a la IA se puede afinar más en la caracterización de los perfiles más vulnerables en cuanto a víctimas y su probabilidad de sufrir una nueva agresión, en la detección de perfiles de potenciales agresores o en la probabilidad de reincidencia, entre otras cuestiones. Además, la IA puede también usarse para definir actuaciones con el fin de sensibilizar a la población más susceptible de protagonizar estas situaciones de violencia, como campañas orientadas al entorno cultural de víctimas y agresores, comunicación a través de los medios óptimos en la lengua y cultura apropiados, el tratamiento de alertas tempranas, así como los refuerzos en la dotación asistencial o en ayuda y vigilancia.

*A fecha de la publicación.