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“El gran reto consiste en seguir el compás de la innovación de los grandes modelos del lenguaje”

En el marco de la celebración del vigesimoquinto aniversario de Appian, Michael Beckley, CTO y fundador de la compañía especializada en low-code y automatización de procesos, repasa la historia de la organización y descifra la clave de su éxito: "El enfoque".

Michael Beckley, CTO Appian
Michael Beckley, CTO de Appian, tras la entrevista realizada por CIO España durante el Appian World 2024. Créditos: Irene Iglesias Álvarez.

Aunque han transcurrido 25 años desde que Appian viera la luz, Michael Beckley, fundador y Chief Technology Officer (CTO, por sus siglas en inglés) de la compañía, recuerda aquellos primeros pasos sin gran dificultad y con añoranza. Los cuatro fundadores de la multinacional norteamericana especializada en low-code y automatización de procesos —Matt Calkins, Michael Beckley, Robert C. Kramer y Marc Wilson convivían y trabajaban codo con codo por aquel entonces. Durante la década de los 90, relata Beckley en entrevista para CIO España, “tres de nosotros trabajábamos en una startup de tecnología, Internet era una novedad y transcurría una época muy emocionante”.

“La organización de la que formábamos parte crecía muy rápidamente, pero ninguno de nosotros tenía la oportunidad de ver lo que se necesita para construir una empresa”. Aquello, confiesa, les obligó a pensar en cómo hacer las cosas si realmente tuvieran la oportunidad de tomar las riendas. “Como amigos y compañeros de piso discutíamos cada noche sobre cada decisión que veíamos a nuestro alrededor: ventas, ingeniería, gestión de productos… Fue mejor educación que cualquier escuela de negocios”. Coincidieron los cuatro fundadores en la idea de construir una cultura de la innovación sostenible, “queríamos demostrar que no todas las cosas grandes provienen de Silicon Valley, que también se podían hacer en la costa este de los Estados Unidos”.

A su entender, existe una gran diferencia entre ambas regiones, “mientras que Silicon Valley promueve la agilidad y el crecimiento rápido, la mentalidad en la costa este tiene que ver con la construcción de valor sostenido en el tiempo, centra el tiro en el largo plazo”. Aquí, comenta el ejecutivo desde el corazón de la capital norteamericana, “combinamos la novedad con lo clásico, conjugamos la innovación con lo pretérito”. Echando la vista atrás una vez más, Beckley bromea: “Cuando arrancamos, mi pelo no era blanco, Internet daba sus primeros pasos y había una oportunidad de oro para hacer algo nuevo”.

La idea, entonces, consistió en fundar una compañía enraizada en una cultura sostenible de la innovación; y hacerlo cosechando un conjunto de hábitos que les permitiera prosperar en los buenos y malos tiempos. Aspiraban a desarrollar una organización donde “las nuevas ideas pudieran crecer, donde la gente que sale de las escuelas quisiera venir porque existen los recursos necesarios para tener éxito y la oportunidad de que sus ideas sean escuchadas”. Realmente, afirma Beckley, “no teníamos ningún software, ningún invento, solo la ambición de levantar la compañía de nuestros sueños”.

El común denominador de los cuatro fundadores radicaba en su bagaje: “Ninguno éramos informáticos, éramos científicos sociales”. Su experiencia con la tecnología tenía que ver con cómo aplicarla a la sociedad, a la organización y la empresa; no es casualidad, por tanto, que dirigieran el foco hacia la automatización de procesos. “El proceso es el algoritmo humano, es la serie de pasos que alinean una organización y un equipo para lograr un objetivo; y esto es lo que hacemos”.

Un cuarto de siglo después, Appian parece haber envejecido con dignidad y acierto. La receta del éxito para ello, revela Beckley, tiene que ver con la visión de la compañía especializada en low-code. “Se trata del enfoque, no hay nada más mágico o elegante que eso”. “Hay muchas compañías que hacen un sinfín de cosas geniales; Appian hace una gran cosa por ti. Somos la mejor empresa de automatización de procesos del planeta, no porque seamos mejores que otras personas, sino porque estamos más centrados en el proceso de lo que están ellos”.

“Envejecimos muy bien porque establecimos desde el origen fuertes hábitos de autosuficiencia e independencia. Así es como hemos sido capaces de mantenernos centrados en nuestros valores fundamentales, en la misión principal de permitir a las personas hacer cosas extraordinarias con equipos pequeños”. Hace 25 años se mantuvieron fieles al propósito de capacitar a las personas para que fueran creadores, permitiendo a todo el mundo formar parte del proceso del cambio. “Esto permite sugerir mejores ideas y colaborar para potenciar la forma en la que atiendes a tus clientes y cuidas a tus empleados”.

 

"Con Appian queríamos demostrar que no todas las cosas grandes provienen de Silicon Valley, que también se podían hacer en la costa este de los Estados Unidos"

 

Michael Beckley, CTO y fundador de Appian

 

Motor de procesos, datos e IA: el triunvirato de Appian

Los pilares fundamentales de la estrategia tecnológica de Appian son tres: su motor de procesos, los datos y la inteligencia artificial (IA). “Nuestro motor de procesos es el más flexible, escalable y eficiente del mercado. En este nuevo mundo digital que se está convirtiendo en el mayor consumidor de energía, lograr que nuestro motor sea hasta 15 veces más eficiente era un gran objetivo crítico de diseño”. Esto, incide, es parte de su estrategia por impulsar una tecnología sostenible “que pueda crecer sin consumir más de los preciados recursos de nuestro planeta Tierra”.

La segunda pata tiene que ver con los datos. Tradicionalmente, explica el ejecutivo, la mayoría de los sistemas se construían sobre viejos supuestos en los que se podían recopilar todos los datos de una empresa en una base de datos y crear aplicaciones y procesos sobre ella. Appian da un giro de tuerca al poner el acento sobre el data fabric. “Es algo novedoso: en lugar de tratar de recoger toda la información del mundo nos conectamos a ella”.

Al abrigo de esta innovación nace la concepción de IA empresarial de la compañía, el tercer gran bastión. “Sin un motor de procesos que pueda hacer operativas las decisiones de la IA manteniendo a los humanos en control e intermediando en la comunicación entre la máquina y las personas, sin el data fabric adecuado para conectar los datos a la IA y al proceso, realmente te quedas cojo”. Con el recién anunciado Process HQ, la compañía cierra el ciclo haciendo hincapié en la minería de procesos. “Utilizamos el aprendizaje automático, los algoritmos para sumar todas las ideas acerca de un proceso y detectar errores, cuellos de botella, haciendo que los humanos mantengan el control de un sistema cada vez más complejo”.

 

Con el punto de mira en el mañana: así evoluciona el ‘low code’

En la actualidad, afirma con rotundidad el CTO de Appian, “el low-code está en proceso de consolidación. El futuro del low-code tendrá menos que ver con la construcción de aplicaciones y más con la escalada en la cadena de valor para proporcionar a las empresas las herramientas que necesitan para describir y descubrir sus problemas”. Bajo su perspectiva, la combinación de IA y low-code traerá consigo la creación de nuevas soluciones.

“En la actualidad la IA es genial para ayudarte a buscar información, para ayudarte a leer documentos, pero hay otra transformación subyacente al combinarla con low-code. Esa será la próxima generación de IA: se usará para razonar, para impulsar nuevas soluciones, mejorar los flujos de trabajo”. En el futuro, ante un problema, la IA se guiará por unos pasos, al igual que en un proceso humano, para buscar la información que necesita. “Creará nuevos informes, nuevas interfaces, nuevos flujos de trabajo y preguntará al humano si lo ha hecho bien; en caso negativo, tomará esa respuesta y volverá atrás para dar otra solución”. “Esa es mi visión de futuro”, sostiene Beckley.

 

"El futuro del 'low-code' tendrá menos que ver con la construcción de aplicaciones y más con la escalada en la cadena de valor para proporcionar a las empresas herramientas para solventar sus problemas”

 

IA y seguridad, binomio indisoluble

Hoy en día, infiere Beckley, IA y seguridad caminan de la mano formando un binomio indisoluble. “En el espacio empresarial no dejan de crecer las demandas para construir una IA segura y de confianza, se han convertido en factores de compra absolutamente críticos”. En el terreno gubernamental, ejemplifica, “nadie emplea la tecnología GPT porque no están dispuestos a compartir la información de sus clientes o secretos de sus propios productos con un tercero de manera no fiable”.

En este sentido la IA privada de Appian ha encarnado un indiscutible papel protagonista gracias a su aportación diferencial. “Tenemos un modelo de seguridad integrado que garantiza que, en muchos casos, ni siquiera sea necesario entrenar a la IA con datos. Sólo compartimos la información que la API necesita para responder a una pregunta y ésta se olvida de que alguna vez vio esos datos, por lo que no tiene la oportunidad de divulgar información privada”.

 

Desafíos en el horizonte

Como responsable de la definición de la estrategia técnica y tecnológica de Appian, Beckley revela su “mayor reto”: seguir el rápido compás de la innovación de los grandes modelos del lenguaje. Como es habitual en la industria tecnológica, también se refiere al talento. “Me he marcado el desafío personal de contratar a los mejores ingenieros de IA. Creo que son los mismos retos que tienen nuestros clientes”. Para ayudarles con esta tarea la compañía ha suscrito un acuerdo estratégico de colaboración con Amazon. “De ahora en adelante tenemos una poderosa ventaja, ya no necesito contratar a tantos ingenieros de IA porque tengo a Amazon de mi lado”.



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