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La división española de Thales Alenia Space, al mando de las comunicaciones en la misión NEO Surveyor de la NASA

La misión de defensa planetaria, programada para 2028, rastreará los objetos más cercanos a la Tierra. Sobre el rol de la filial española en la misión habla para CIO Miriam Catalán, responsable de Desarrollo de Negocio.

Miriam Catalán- Thales Alenia Space España
Miriam Catalán, responsable de Desarrollo de Negocio y Ventas de Thales Alenia Space en España, en entrevista para CIO.

Los misterios que encierra el espacio han llevado al ser humano a investigar más allá de los límites físicos de la Tierra. La misión NEO Surveyor, impulsada por la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) con vistas al 2028, se erige como el nuevo centinela del cosmos. Su cometido no es menor, salvaguardar la Tierra de los bautizados como Near Earth Objects (NEO), asteroides claros y oscuros y cometas, cuyas órbitas oscilan a menos de 50 millones de kilómetros de distancia del planeta. En este sentido cabe destacar que el telescopio de la NASA que detectará asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra se apoyará en la tecnología de vanguardia para detectar y clasificar un amplio abanico de objetos, arrojando algo de luz sobre su tamaño, composición y órbita.

Thales Alenia Space, la joint venture conformada por Thales (67%) y Leonardo (33%), ha firmado un contrato con BAE Systems, contratista principal de la agencia gubernamental, para proporcionar equipos de comunicación a la misión NEO Surveyor. NEO Surveyor utilizará un telescopio en el infrarrojo diseñado para descubrir y caracterizar al menos dos tercios de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de tamaño; es decir, lo suficientemente grandes como para causar daños importantes en caso de impacto.

Gestionado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ubicado en el sur de California, NEO Surveyor viajará 1,5 millones de kilómetros hasta una región de estabilidad gravitacional –llamada punto L1 de Lagrange– entre la Tierra y el Sol, donde la nave espacial orbitará durante su misión principal de cinco años. Desde esta ubicación, NEO Surveyor observará el sistema solar en longitudes de onda infrarrojas, una luz invisible al ojo humano y en su mayor parte bloqueada por la atmósfera de la Tierra. Utilizando dos canales de imágenes infrarrojas sensibles al calor, el telescopio espacial NEO Surveyor será capaz de detectar cometas y asteroides, así como realizar mediciones precisas del tamaño de los objetos cercanos a la Tierra y obtener información valiosa sobre su composición, forma, rotación y órbita.

Miriam Catalán, responsable de Desarrollo de Negocio y Ventas en los mercados norteamericano y japonés de Thales Alenia Space en España, relata para CIO cuál ha sido el rol de la compañía al mando de las comunicaciones en la misión NEO Surveyor.

 

Misión NEO Surveyor. Créditos: NASA.

 

Un acuerdo estratégico y una misión definida

La relación de Thales Alenia Space con BAE Systems -antes Ball Aeroespace- se remonta al 2019. “Todos estos años nos han servido para conocernos, estrechar lazos y tener una magnífica relación que ha llevado al contratista a confiar en nosotros para una misión tan relevante”. En la decisión, confiesa Catalán, “ha jugado a favor la experiencia que hemos acumulado en otros programas previos con la NASA”. Entre ellos destacan la misión del estudio de los ecosistemas marinos, PACE, recientemente lanzada; o la plataforma lunar Odysseus, de Intuitive Machines, que está enviando datos desde la superficie de la Luna gracias a sus transpondedores.

En el marco de la misión NEO Surveyor, la filial española de Thales Alenia Space ha asumido la responsabilidad de las comunicaciones de la nave espacial. “Desarrollamos los transponedores en banda S, los equipos críticos para la misión, ya que se encargan de recibir los telecomandos de la red de espacio profundo de la NASA y envían las telemetrías y la señal de ranging que indica la distancia de la nave a Tierra”, explica Catalán. “Estos equipos reciben las indicaciones y envían las señales que indican que todo va bien (o no) a tierra”.

Por otra parte, continúa la ingeniera de telecomunicación, “nuestros colegas de Thales Alenia Space en Francia son responsables del modulador en banda Ka; y en Bélgica, de los amplificadores de tubo (TWTA) también en dicha banda”. Estos dos equipos conforman las divisiones al mando de la transmisión a tierra de las imágenes tomadas por el telescopio.

 

En la esfera técnica

Los equipos que la compañía está desarrollando para esta misión en concreto se apoyan en “un extenso historial”. “Llevamos más de 30 años desarrollando transponedores con varias generaciones que hemos comercializado en un gran número de misiones para diferentes agencias espaciales, como la ESA, la NASA, KARI o JAXA, y numerosos fabricantes de satélites por todo el mundo con cero fallos”. Partiendo de este punto, Catalán detalla que el equipo está basado en una tecnología puntera que, gracias a su experiencia, aporta “gran fiabilidad”. “A lo largo de los años hemos optimizado nuestro producto en cuanto a prestaciones, tamaño y peso, aspectos relevantes en el espacio, pero también en coste, resultando en un equipo altamente competitivo en el mercado y con una gran flexibilidad desde el punto de vista de la funcionalidad”.

El proyecto, prosigue la portavoz, se encuentra en una fase inicial, donde están definiendo y acordando requisitos con el cliente. Sin embargo, “al llevar un gran número de equipos similares desarrollados a lo largo del tiempo, no supone ningún reto específico desde el punto de vista tecnológico”. El único desafío que indica la responsable de Desarrollo de Negocio tiene que ver con algo que está presente en todos los proyectos: “la satisfacción del cliente con los equipos que les entregamos en plazo y forma”.

 

La comunicación espacial como eje crítico

Para Catalán ha sido “un privilegio” desarrollar su carrera en el ámbito espacial. “Desde pequeña me sentí fascinada por este sector; y dado que se trata de un segmento relativamente pequeño, me siento privilegiada de haber podido trabajar en él durante toda mi vida laboral, navegando por diferentes eslabones de la cadena de valor: operador de satélites, proveedor de servicios y fabricante de satélites”. Todas estas “aventuras”, considera, le han permitido entender mejor este “mundo” desde un punto de vista de negocio, pero también industrial.

A su entender, la tecnología de comunicación, más allá de aportar un valor añadido, “es una parte esencial y crítica de toda misión espacial”. Por tanto, “la fiabilidad de nuestros equipos es clave para el éxito de la misión. Sin comunicación no hay proyecto, ya que, desde el lanzamiento hasta el final de su vida útil, nuestros equipos son los que permiten una conexión con la nave desde la Tierra”.



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