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IoT y sus aplicaciones: un ecosistema para monitorizar

Ya se trate de "wearables", hogares conectados o ciudades inteligentes, la invasión de IoT es muy rápida en nuestra vida cotidiana.

Monitorizacion

Ningún sector escapa a la influencia de IoT, está en todas partes y la innovación asociada se está acelerando, a pesar de que existe cierta preocupaución, especialmente con respecto a los riesgos y los costes que las nuevas ofertas de servicios que vienen de su mano, conllevan. De hecho, como ya ocurrió con la nube, la diversidad de entornos y tecnologías que genera IoT plantea un riesgo importante de pérdida de control sobre los sistemas de información de las empresas, tal y como explica a CIO Eric Maillard, consultor experto en rendimiento de aplicaciones en Dynatrace

IoT: un mundo de oportunidades e innovación

Sin darse cuenta, los así llamados objetos conectados, que en realidad no son ni más ni menos que nuevas interfaces hombre-máquina o máquina a máquina, están invadiendo gradualmente nuestras vidas. Ya son incontables la cantidad de sensores conectados en la industria, los bienes inmuebles residenciales, entornos profesionales, automóviles o las famosas Smart Cities.

Un ecosistema completo de objetos conectados que ofrece a las empresas, a través de múltiples aplicaciones potenciales, oportunidades comerciales reales y capacidad para destacarse en sus mercados a través de productos y servicios cada vez más innovadores. Sin embargo, eso sí, siempre y cuando todos los servicios y aplicaciones ofrecidos funcionen perfectamente y respondan en tiempo real a las expectativas de los usuarios.

Cuando IoT cruza los límites de la monitorización tradicional

Los entornos de IoT son cada vez más dinámicos y distribuidos, tienden a volverse más densos y, por lo tanto, más complejos. Esto provoca que los humanos, dotados con herramientas tradicionales, no sea capaz de procesar tal cantidad y variedad de información, más aún en períodos de tiempo extremadamente cortos. Además, en muchos casos, las aplicaciones de IoT se integran con procesos comerciales críticos o están fuertemente relacionadas con la experiencia del cliente, lo que requiere un control en tiempo real, o al menos en un tiempo limitado. Por lo tanto, en caso de mal funcionamiento (ralentización o fallo), puede verse afectado todo el proceso o la experiencia del cliente con su impacto directo e inmediato en la imagen o negocio de la empresa. Por lo tanto, en las operaciones de TI, es importante reaccionar rápidamente en caso de que haya un problema de rendimiento, pero aún es más importante ser proactivo.

Del mismo modo, dada la gran variedad de dispositivos conectados (desde el sensor simple hasta un servidor completo), la flexibilidad de las soluciones de monitorización es esencial para recopilar y analizar toda la información proveniente de estos objetos. En resumen, en su enfoque tradicional, la supervisión integrada en los tableros de instrumentos para estudiar manualmente está destinada a desaparecer.

La inteligencia artificial ayuda al ecosistema de la IO

Para administrar esta gran cantidad de información, y así poder analizar estos ecosistemas hiperdinámicos y ultracomplejos, la única respuesta efectiva es una monitorización impulsada por inteligencia artificial. Esta tecnología permite que todos los eventos recopilados se identifican, clasifican y devuelven en tiempo real en un formato inmediatamente comprensible para los responsables de tomar las decisiones de forma correcta y poner en marcha las palancas adecuadas para reducir lo antes posible los impactos negativos en el negocio y favorecer la experiencia del usuario.

Como podemos ver, la idea no es hacer que la máquina decida sola, sino ofrecer al responsable de la toma de decisiones una visión clara y precisa de la información necesaria para tomar las decisiones correctas, algo que de otra forma no podría hacerlo si tuviera que analizar sólo miles de terabytes de datos. Por el contrario, en unas pocas milésimas de segundo, la inteligencia artificial podrá identificar un mal funcionamiento o, mejor, anticiparlo en cualquier punto del ecosistema IoT y permitir su rápida resolución.

Hoy en día, hay muchos sectores en los que la monitorización impulsada por la inteligencia artificial es de interés. En salud, por ejemplo, donde los elementos críticos deben actualizarse periódicamente, es posible identificar rápidamente los problemas de despliegue y rendimiento a nivel del código para limitar los riesgos, retrasos y los costes asociados. En las ciudades inteligentes, la monitorización inteligente de la iluminación puede encontrar el origen y la ubicación de un mal funcionamiento, y enviar personal al lugar para su reparación, por ejemplo, para limitar los riesgos del consumo de energía innecesario. Pero independientemente del sector, los objetos conectados o los procesos comerciales involucrados, la monitorización impulsada por inteligencia artificial siempre responde al mismo desafío: la capacidad, en tiempo real, de mantener todo el ecosistema de IoT en condiciones operativas.

 



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