Freepik migra su infraestructura a la nube para apoyar su crecimiento

En tan solo 12 años, la compañía que nació como un indexador de imágenes de web, se ha posicionado como una de las mayores plataformas de recursos gráficos del mundo, con más de 45 millones de usuarios mensuales.

Freepic

Ante una necesidad, una solución. Así es como nacen muchas de las compañías que, en la actualidad, facturan millones de euros en todo el mundo. Y así es como nació Freepik, una de las mayores plataformas de recursos gráficos gratuitos del mundo.

Allá por el año 2010, los españoles Alejandro Sánchez, Pablo Blanes y Joaquín Cuenca se dieron cuenta de la necesidad que había entre los miles de profesionales que utilizan la web como fuente de trabajo de encontrar, de manera rápida y sencilla, imágenes y recursos gráficos para diseñar y actualizar los proyectos en los que trabajaban. Y Freepik dio con la solución, una empresa que en la actualidad cuenta con más de medio millón de suscriptores premium y 45 millones de usuarios mensuales que, sólo en 2021, generaron un total de 1.500 millones de descargas.

Aunque en un principio la plataforma nació como un indexador de imágenes de webs de terceros, con el paso del tiempo, y siempre con la idea de mejorar la calidad del servicio, se comenzó a crear contenido propio, añadiéndolo al buscador. En la actualidad, la plataforma cuenta con servicios tan conocidos entre diseñadores y profesionales como Flaticon, Slidesgo o Wepik.

Pero llegar hasta aquí no ha sido un camino fácil. A pesar de llevar en su ADN la tecnología, la compañía ha tenido que ir adaptándose a una evolución que, en la última década, ha sido exponencial. “Como en todo proyecto tecnológico, la evolución es constante”, explica Alejandro Gómez, CTO de Freepik. “La tecnología avanza muy rápido, ya sea en lenguaje, en técnicas, en posibilidades de protocolo o en servicios de Internet. Cada día te levantas y puede haber un reto nuevo, pero una compañía como la nuestra tiene que estar al día. Para ello, hay veces que tenemos que correr más y otras nos da tiempo a investigar y a consolidar lo que vamos haciendo, pero es una auténtica aventura”.

Freepik se ha enfrentado a grandes retos en todos estos años y, según Gómez, todos ellos han ido muy ligados al servicio y a su crecimiento. “Al final la tecnología ha de estar al servicio de lo que quieres ofrecer”. Y es que, un proyecto que nació sin muchas pretensiones pero que ha ido creciendo y ganando tráfico e interés de todas las partes del mundo, ha comenzado a ver los auténticos desafíos tecnológicos, entre ellos, la forma de servir tráfico a 45 millones de usuarios con una buena experiencia. “Si cualquier petición que nos hacen desde Internet tiene que viajar a un data center o a un servidor en Europa, una persona que está en India tendría que hacer un viaje a través de cable para conseguir esa respuesta”, explica el CTO de la compañía. “Al final necesitas construir cierta infraestructura cerca de ese usuario para que la latencia sea lo más rápida posible”.

 

Una carrera de fondo

Ante estas complejidades, en el año 2019, la compañía marcó en el calendario uno de sus hitos más importantes; la migración de toda su infraestructura a Google Cloud. “Hasta la fecha, todo lo que teníamos era on premise, por lo que suponía un cambio de paradigma y de volumetría de presupuesto y de posibilidades”, explica Gómez. Aun así, el movimiento era totalmente necesario. Primero, por problemas de almacenamiento; cada vez costaba más trabajo hacer un mantenimiento correcto y, gracias a esta migración, “pasamos de un modelo totalmente administrado y gestionado por nosotros, desde la máquina física hasta los sistemas de ficheros, a un sistema totalmente delegado en Google, donde tenemos un almacenamiento ilimitado, es decir, todo lo que queremos pagar”. 

Por otro lado, la empresa, que cuenta con más de 445 empleados, 450 diseñadores exclusivos en remoto y más de 21 mil colaboradores registrados, quería dar un mejor servicio en otras regiones, como es el caso de Asia, y para ello, necesitaban tener una infraestructura local, algo que con el proveedor que tenían no era fácil.

Para realizar ese viaje hacia la nube, durante más de un año, la compañía tuvo que ir adaptándose a una nueva forma de hacer las cosas. “Empezamos con un período de formación con Google en el que teníamos asignado un grupo de trabajo con consultores que nos ayudaron a establecer las bases adecuadas dentro de la nueva infraestructura. A partir de ahí, nos pusimos a trabajar”, explica Gómez. En ese proceso, la compañía fue poco a poco apagando servicios de un lado y levantándolos en Google Cloud. “En site u ocho meses pudimos tener el 90% de todos nuestros servicios en la nube y, en la actualidad, todo está en Google Cloud”.

 

Qué se ha conseguido

Al hablar de los principales beneficios que la compañía ha podido comprobar en todos estos meses, Alejandro Gómez lo tiene muy claro: “la incertidumbre o la cantidad de fallos que se traducen en tiempo fuera de servicio de cara al usuario era algo habitual en la infraestructura anterior. Porque todo lo gestionábamos nosotros”. Eso quiere decir que si una máquina subía de temperatura y empezaba a fallar “era nuestra responsabilidad. Ahora yo duermo más tranquilo por las noches, no hay tanta alerta. Pero, además, hemos ganado en robustez y calidad de los servicios que prestamos, contamos con mayores posibilidades tecnológicas a la hora de desarrollar más rápido, somos capaces de investigar en otras áreas como la Inteligencia Artificial y podemos estar más cerca del usuario estableciéndonos en distintos puntos del mundo”.

Además, para el CTO de Freepik el acompañamiento y el soporte con el que ahora cuentan también es crucial. “A pesar de que ha sido una inversión mayor que la que hacíamos antes, está mereciendo la pena”. Así, la compañía ha pasado de perder 40 o 50 horas al año por problemas técnicos que les dejaban fuera de servicio a sólo minutos. Es más, de cara al cliente, en una infraestructura on premise, el despliegue de una nueva versión de código estaba en torno a las 24-48 horas y ahora cualquier actualización puede hacerse en cuestión de minutos.

 

El futuro está en la IA

Pero, si hay una tecnología que, según Alejandro Gómez, va a marcar el futuro, no sólo de su empresa, sino de otras muchas, esta es la Inteligencia Artificial. De hecho, hace tan solo unas semanas, la compañía anunció que su editor no profesional, Wepik, ya incorpora una herramienta de generación de imágenes desarrolladas por la IA. Gracias a ella, los usuarios pueden explorar la galería de imágenes generadas por la IA e integrarlas en sus proyectos, desarrollar nuevas imágenes a partir de las que el sistema propone y modificar el texto o crear una nueva imagen escribiendo algunas palabras que darán “pistas” al editor de lo que quieren conseguir.

Esto, para Gómez, es el comienzo de muchos más servicios de cara al cliente. La tecnología avanza muy deprisa y es necesario estar atentos a cómo funciona ya que cambiará las reglas del juego. “Desde mi punto de vista, supone un mundo de posibilidades infinitas, no es algo que venga a destruir a nadie, nos va a brindar la posibilidad de todo lo contrario, de abrir nuevos sectores, nuevos roles y puestos de trabajo que ahora ni imaginamos. Es una posibilidad de alcanzar límites de creatividad que ahora no tenemos”.



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