Radiografía de la Administración pública local y regional en clave tecnológica

En las últimas dos décadas las administraciones públicas españolas han vivido una profunda transformación digital motivada por los objetivos de la Comisión Europea y los planes de inversión nacionales. Así lo confirma Massimiliano Claps, director de Investigación para la región de EMEA en IDC Government Insights. Según el afamado Índice DESI y el Informe para la Década Digital, “el Gobierno de España ha destinado grandes partidas presupuestarias a la puesta en marcha de servicios en línea, con un enfoque omnicanal, dando a las personas la oportunidad de obtener servicios de una manera más receptiva”. Sin embargo, continúa el analista, “esta es sólo una pieza del rompecabezas, ya que hay una nueva generación de servicios públicos o servicios públicos digitales que deben implementarse”.

De cara al 2024, explica Claps, el reto consiste en utilizar la tecnología de vanguardia como la inteligencia artificial (IA), la analítica de datos, la informática de punta y el 5G, “para hacer invisible lo que llamamos burocracia”. Se trata, en palabras del analista, de construir “una visión de 360 grados del ciudadano para intercambiar datos y activar nuevos flujos de trabajo que desemboquen en servicios inteligentes”. “Debemos repensar las interfaces de usuario y lograr que esa tecnología sea accesible para todos, además de segura”. Otros de los desafíos que menciona Claps tienen que ver con la tecnología heredada, la captación y retención de talento y la interoperabilidad de los sistemas.

Esto, confiesa, hará que el presupuesto TIC se mantenga estable a pesar de los tiempos inciertos que vivimos; es decir, entre el 3% y el 5%. Sin embargo, el analista invita a repensar las prioridades de manera estratégica: “La IA está recibiendo mucha atención en términos de presupuesto; lamentablemente, debido a la situación geopolítica, gran parte del gasto gubernamental también se está desviando hacia la seguridad nacional, la defensa y la inteligencia, por lo que ahora queda menos inversión para los servicios digitales públicos”.

 

Massimiliano Claps, director de Investigación para la región de EMEA en IDC Government Insights.

Créditos: Juan José Márquez.

 

Partiendo de esta línea de salida, CIO España radiografía el estado de la administración regional y local en clave tecnológica. Ane Miren Ibáñez Zugazaga, directora de Modernización del Ayuntamiento de Bilbao, y Juan Ángel Morejudo, viceconsejero de Transformación Digital de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, comparten sus planes de digitalización, avances y desafíos. Así las cosas.

 

Ayuntamiento de Bilbao

“En Bilbao somos y queremos seguir siendo un referente en calidad de vida, una ciudad inteligente, una ciudad basada en valores, inclusiva, que no deje a nadie atrás”, afirma Ibáñez Zugazaga. Para ello han impulsado una agenda de transformación digital bautizada como Bilbao 2030, un plan aprobado en Junta de Gobierno en noviembre del ya lejano 2022 e incorporada actualmente en el propio plan de mandato, en los compromisos que tiene el Ejecutivo local y el equipo de Gobierno con la ciudadanía. La implantación de esta agenda Bilbao 2030 es, en palabras de la directora de Modernización del Ayuntamiento de Bilbao, “una planificación a largo plazo; creemos que tiene que trascender el mandato, son compromisos muy importantes de transformación digital de la ciudad”.

En el marco de la agenda, prosigue, han definido una visión y una misión: impulsar la actividad económica e innovadora, promover una ciudad que sea amigable con la ciudadanía, estimular y desarrollar las capacidades digitales de los ciudadanos y atraer y retener talento digital en áreas como la ciberseguridad, la IA o la computación cuántica. Realizar todas estas actuaciones debe ser, además, sostenible a largo plazo. “Tenemos que seguir siendo una administración innovadora, ágil, cercana y eficiente. Esta es la meta”.

Y aunque según Ibáñez Zugazaga “ya somos una ciudad inteligente y un referente de vida a nivel mundial, hay que seguir potenciándolo, convertirnos en un polo de innovación con servicios avanzados”. En este sentido, comenta la responsable de la Administración local, aspiran a perfilarse como un living lab donde se prueben realmente diferentes soluciones tecnológicas, donde puedan atraer y retener talento especializado y promover capacitaciones digitales. Todo ello, por supuesto, teniendo en cuenta el horizonte 2030.

 

“Ya somos una ciudad inteligente y un referente de vida a nivel mundial, hay que seguir potenciándolo, convertirnos en un polo de innovación con servicios avanzados”

 

Ane Miren Ibáñez Zugazaga, directora de Modernización del Ayuntamiento de Bilbao.

Créditos: Juan José Márquez.

 

Para lograrlo, el Ayuntamiento de Bilbao ha esgrimido cinco objetivos, 15 líneas estratégicas y más de 30 proyectos singulares. “No solo hemos definido un modelo estratégico, sino que lo aterrizamos y garantizamos su cumplimiento con iniciativas concretas”, comenta Ibáñez Zugazaga. En este ámbito cabe destacar la puesta en marcha de “una iniciativa innovadora a nivel mundial”, el Proyecto de Ciberseguridad para la Ciudadanía. “Se trata de una iniciativa que surge de nuestra gran experiencia en torno a la red WiFi municipal, un entramado con más de 2.000 antenas, 100.000 conexiones diarias y una accesibilidad por parte de los ciudadanos de menos de 200 metros desde sus domicilios”.

Gracias a ella, relata Ibáñez Zugazaba, detectaron que mientras los ciudadanos estaban conectados a la red WiFi municipal estaban protegidos; sin embargo, al salir de ella, los dispositivos infectados por malware suponían un gran riesgo para un ciudadano que rara vez conocía la situación. Fruto de esta necesidad impulsaron el citado proyecto: “Es absolutamente innovador, esta contrastado con decenas de ciudades a nivel global y consiste en ofrecer al ciudadano un servicio de libre adhesión que le permite conocer si se detecta algún tipo de malware en su dispositivo”.

Así, el Ayuntamiento de Bilbao no solo identifica y bloquea el malware, sino que también comunica al ciudadano lo que ocurre a través de un informe forense para que conozca de primera mano y específicamente qué está pasando. “Esto les permitirá tomar acciones para solucionarlo y contactar con la policía vasca para que tramite la denuncia correspondiente”. Además, el consistorio proporcionará información al ciudadano para contactar con un experto y poner remedio a la solución. “Le brindaremos acceso a una base de conocimiento muy intensa a través de la Agencia Vasca de Ciberseguridad, la Cyberzaintza, creada en septiembre del pasado año”. “En ningún momento analizaremos el tráfico, solo los metadatos y, a partir de ahí, pondremos en marcha el engranaje”, explica la responsable de Modernización del ayuntamiento.

De cara al presente ejercicio, la administración concentrará sus esfuerzos e inversión en diferentes áreas, desde la concienciación y la capacitación hasta la puesta en marcha de nuevas herramientas para la transparencia y rendición de cuentas, sin olvidar los datos, la gobernanza y analítica para mejorar su eficacia y eficiencia, o la robustez de infraestructuras, reducción de la brecha digital y la accesibilidad.

 

Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha

En el caso de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha es Morejudo quien arroja algo de luz sobre la estrategia de digitalización de la Administración regional. “Aspiramos a incorporar masivamente y de una forma mucho más estructurada la IA; y aunque nosotros ya estamos en este proceso, cabe destacar que, para lograrlo, las organizaciones deben tener un grado de madurez importante en torno a la calidad de los datos que manejan”. Solo de esta forma, continúa, la creación de espacios de datos “compartidos y seguros” será posible. “La IA es una técnica que lleva utilizándose muchísimos años, el resultado que vamos a obtener de ella vendrá determinado por la calidad de los datos de entrada de esos algoritmos”.

Esta, dice, es una de las líneas “clarísimas” de actuación de la Junta, especialmente en lo relativo a la aplicación de la IA para la personalización de los servicios públicos. “Aspiramos a convertirnos en una administración pública mucho más cercana, más adaptada a las necesidades de la ciudadanía y, cómo no, mucho más proactiva”. Precisamente por ello buscan consolidarse como una administración orientada al dato.

Otra de las tecnologías que Morejudo considera “relevantes” son los gemelos digitales basados en el geoposicionamiento y la creación de mapas en tiempo real con diferentes capas. “Nosotros ya tenemos nuestro primer gemelo digital que estamos alimentando y haciendo crecer en ámbitos como la vivienda, sostenibilidad y consumo energético, la generación de C0₂ o el turismo”, comenta. “Queremos tener un mapa en tiempo real del territorio para ver el impacto que están teniendo ciertas políticas públicas en la región”.

 

“Queremos conseguir una administración más cercana, más adaptada a las necesidades de la ciudadanía y más eficiente en el resultado que obtiene de la tecnología y la enorme inversión y presupuesto que destina a ello”

 

Juan Ángel Morejudo, viceconsejero de Transformación Digital de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Créditos: Juan José Márquez.

 

El viceconsejero de Transformación Digital dirige el foco también hacia la ciberseguridad, la minería de procesos y la automatización. “Brindan unas capacidades enormes de caminar hacia una organización mucho más eficiente; de esta manera, el funcionario público podrá dedicarse a labores productivas y no tan repetitivas alejadas de una aportación real de valor añadido al ciudadano”. Durante el presente ejercicio, apunta, harán hincapié en todas aquellas herramientas orientadas a la “eficiencia operativa, la simplificación administrativa y la automatización de procesos y tareas”.

También concentrarán sus esfuerzos e inversión en la puesta en marcha de lo que han denominado identidad ciudadana soberana, un proyecto capaz de arrojar luz sobre la forma de interactuar del ciudadano con la administración de forma unívoca; en el despliegue de infraestructura para mejorar la cohesión territorial y suturar la brecha digital; así como en la capacitación digital y la concienciación ciudadana en el uso ético y responsable de la tecnología.  

Los retos durante el presente mandato tienen que ver con la apuesta de la tecnología como motor de crecimiento económico y de riqueza en Castilla-La Macha; con la capacidad de la Junta por retener y retornar talento tecnológico especializado; y, además, con conseguir una administración “más cercana, más adaptada a las necesidades de la ciudadanía y más eficiente en el resultado que obtiene de la tecnología y la enorme inversión y presupuesto que destina a ello”. En este sentido cobrará un protagonismo relevante la nueva Agencia de Transformación Digital impulsada recientemente.