Oportunidades y desafíos de la implantación de la IA en la industria

La aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) está impulsando la eficiencia energética, la productividad, la competitividad y la innovación de las empresas industriales. Soluciones de IA relacionadas con el aprendizaje automático, el análisis y procesamiento de datos, junto con el acceso a grandes cantidades de información, están permitiendo, entre otros aspectos, la mejora del mantenimiento predictivo de maquinarias y equipos, la optimización de procesos de producción y, por extensión, una mejora también en la calidad de los productos.  

Con el uso de robótica y sistemas inteligentes en las fábricas también se ha logrado aumentar la seguridad de los trabajadores, al mismo tiempo que se incrementa la eficiencia y la precisión en los procesos de producción. Otra aplicación relevante de estas tecnologías es la optimización de la cadena de suministro, puesto que la IA permite predecir la demanda, gestionar inventarios de manera eficiente y mejorar las redes logísticas.  

Todos estos beneficios hacen que estemos viendo a la inteligencia artificial como la gran aliada para revolucionar nuestras empresas, y por lo tanto mejorar la competitividad de la economía española. Pero para que así sea debemos afrontar también los desafíos que supone su aplicación. En este sentido, uno de los principales es la necesidad de contar con personal capacitado para trabajar de su mano. Según los datos que manejamos en IndesIA, la industria necesitará 90.000 profesionales expertos en IA hasta 2025 para poder llevar a cabo sus proyectos. Esto plantea un importante reto en términos de adquisición de talento y sobre todo de formación, tanto de nuevos profesionales como de las personas que ya forman parte activa de esas empresas. 

"La industria necesitará 90.000 profesionales expertos en IA hasta 2025 para poder llevar a cabo sus proyectos"

Otro reto importante que tenemos por delante es que las pequeñas y medianas empresas de nuestro tejido empresarial adopten y usen esta tecnología. Aunque cada vez son más las que usan IA, la falta de conocimiento y experiencia en su uso, las dificultades para comprender cómo integrarla en los procesos y el coste que les supone la implementación de estas herramientas, les coloca en una posición en la que es complicado aprovechar al máximo el potencial que la IA podría ofrecerles. En este sentido, es esencial que las pymes evalúen cuidadosamente casos de uso de aplicación, antes de embarcarse en proyectos de IA, si realmente quieren sacarle valor. 

El uso responsable y la regulación de la IA supone otro desafío, ya que, tal y como estamos viendo, su progresivo avance tendrá un impacto transformador en nuestra sociedad, en nuestras vidas. Por ello hay que promover y garantizar una IA que nos ayude a construir una sociedad mejor y más sostenible, y eso pasa por garantizar que todo su desarrollo se haga acorde a unos principios éticos y regulatorios.  

Al mismo tiempo, como estamos viendo, la inteligencia artificial generativa está suponiendo un reto en su aplicación. Este nuevo tipo de IA acelerará todos los procesos y aunque aún no se ha llegado a conocer el alcance total que podría tener, sí está claro que está suponiendo un cambio de paradigma a nivel empresarial y social y que, concretamente, aquellas empresas que lo utilicen seguramente adquieran una ventaja competitiva sobre el resto. 

Teniendo en cuenta estas circunstancias, nos encontramos en el momento de cambiar nuestra industria. Estamos ante una nueva revolución industrial y la buena noticia es que nuestro país cuenta con tecnología, talento y empresas —con demostrada experiencia en el uso de la IA— que están dispuestas a ser tractoras de toda su cadena de valor. De esta forma, y junto con la colaboración de las Administraciones, seremos capaces de solventar cualquier dificultad y aumentar la competitividad de nuestro tejido empresarial gracias a la tecnología. 

La autora de este artículo es Nuria Ávalos, directora general de IndesIA