Europa estima en 280,5 millones la multa acumulada por Microsoft hasta el momento
Sobre Microsoft pesa ya una multa de 280,5 millones de euros por no haber cumplido con la sentencia antitrust de la Comisión Europea en marzo de 2004. Además, ésta amenaza al fabricante con aumentar la penalización de dos millones de euros diarios a tres millones de euros si no corrige su actitud. Microsoft apelará la decisión.
En su sentencia de 2004, la Comisión exigía a Microsoft, además del pago de 497 millones de euros, la Comisión exigía al fabricante ofrecer una versión de Windows XP sin reproductor de medios y proporcionar a sus competidores información técnica sobre los protocolos de comunicación utilizados en sus productos servidor.
Daba un plazo de 120 días a Microsoft para cumplir ésta última condición, transcurrido el cual, se empezarían a aplicar sobre la compañía multas diarias de hasta dos millones de euros. El fabricante cumplió el pago de la multa por valor de 497 millones de euros y empezó a comercializar Windows XP en las condiciones requeridas por Europa, pero, según denunció la Comisión el pasado día 10 de noviembre, Microsoft no ha suministrado la información correcta sobre sus protocolos de servidor para facilitar la interoperatividad a sus competidores en este mercado.
Cierta indulgencia
En consecuencia, el brazo ejecutivo de la Unión Europea ha calculado la suma de multas diarias de 1,5 millones de euros, medio millón menos del máximo con el que había amenazado al fabricante, desde el día 16 de diciembre –fecha límite impuesta por la Comisión, tras una serie de moratorias- hasta el 20 de junio, un periodo también bastante menor del que podría haber sido objeto de penalización.
Por su parte, Microsoft apelará la decisión de la Comisión Europea alegando sus esfuerzos por ofrecer la documentación técnica requerida, según ha informado Brad Smith, principal asesor legal de la compañía. Para ello cuenta con un período de dos meses y diez días desde el momento en que haya sido notificada oficialmente.
Microsoft viene utilizando desde hace meses todos los medios legales a su alcance para conseguir modificar el fallo europeo, en el que asegura haber sido víctima de un trato injusto. Defiende su buena voluntad en su intento de satisfacer los deseos de la Comisión, y atribuye a la falta de claridad en la documentación requerida la supuesta incorrección de la información facilitada a los competidores. Una voluntad que, según la Comisión, sólo existe desde hace poco, una vez el fabricante se ha convencido de la absoluta determinación de Europa de mantenerse firme en su postura. “Microsoft asegura estar realizando grandes esfuerzos para resolver el problema. Es vergonzoso que no lo hiciera hace dos años”, ha declarado Neelie Kroes, comisaria de Competencia de la UE.
Daba un plazo de 120 días a Microsoft para cumplir ésta última condición, transcurrido el cual, se empezarían a aplicar sobre la compañía multas diarias de hasta dos millones de euros. El fabricante cumplió el pago de la multa por valor de 497 millones de euros y empezó a comercializar Windows XP en las condiciones requeridas por Europa, pero, según denunció la Comisión el pasado día 10 de noviembre, Microsoft no ha suministrado la información correcta sobre sus protocolos de servidor para facilitar la interoperatividad a sus competidores en este mercado.
Cierta indulgencia
En consecuencia, el brazo ejecutivo de la Unión Europea ha calculado la suma de multas diarias de 1,5 millones de euros, medio millón menos del máximo con el que había amenazado al fabricante, desde el día 16 de diciembre –fecha límite impuesta por la Comisión, tras una serie de moratorias- hasta el 20 de junio, un periodo también bastante menor del que podría haber sido objeto de penalización.
Por su parte, Microsoft apelará la decisión de la Comisión Europea alegando sus esfuerzos por ofrecer la documentación técnica requerida, según ha informado Brad Smith, principal asesor legal de la compañía. Para ello cuenta con un período de dos meses y diez días desde el momento en que haya sido notificada oficialmente.
Microsoft viene utilizando desde hace meses todos los medios legales a su alcance para conseguir modificar el fallo europeo, en el que asegura haber sido víctima de un trato injusto. Defiende su buena voluntad en su intento de satisfacer los deseos de la Comisión, y atribuye a la falta de claridad en la documentación requerida la supuesta incorrección de la información facilitada a los competidores. Una voluntad que, según la Comisión, sólo existe desde hace poco, una vez el fabricante se ha convencido de la absoluta determinación de Europa de mantenerse firme en su postura. “Microsoft asegura estar realizando grandes esfuerzos para resolver el problema. Es vergonzoso que no lo hiciera hace dos años”, ha declarado Neelie Kroes, comisaria de Competencia de la UE.
