El 65% de las empresas ya utiliza Internet de las Cosas
El 65% de las organizaciones a escala global ya recoge información de equipos, dispositivos y terminales conectados y los utiliza a nivel comercial. El sector industria juega un papel muy importante con el 49% de las organizaciones que ya recopila datos de sus fábricas, al mismo nivel que las entidades del sector salud.
Como grandes reclamos para implementar IoT, destacan la reducción del riesgos (66%), seguido de la optimización de las operaciones (63%), el desarrollo de nuevos productos o mejoras en los servicios (33%) y la mejora de la orientación al cliente (21%). Mientras que la industria y los servicios públicos se centran principalmente en la optimización de operaciones, el mundo financiero y la administración priorizan la reducción del riesgo.
Dan Harrington, director de investigación en 451 Research, autor del estudio, señala que "el término 'Internet de las Cosas', ha proliferado rápidamente y tomado diferentes significados, dependiendo de la audiencia. Como se refleja en nuestras encuestas, estos escenarios están cada vez más conectados y difieren mucho de escenarios tradicionales como el de las cámaras IP, la automatización de edificios, almacenes o el monitoreo de cultivos y pacientes a distancia”.
Los resultados también indican que la mayor parte de los datos se obtienen hoy a través de máquinas de uso profesional (71,5%), mientras que los datos recogidos de personas y animales se sitúa en un 8,5% y los del entorno medioambiental en un 20%.
Además, puede concluirse que la principal barrera para su crecimiento se encuentra en la seguridad, para el 46% de los consultados, seguido de las habilidades profesionales (32%) y la escasa capacidad IT (29%) o la escasa percepción de los beneficios (29%).
También se desprende que la mayoría de las organizaciones (61%) gestiona sus iniciativas de IoT sin ayuda de consultoría externa o servicios profesionales. Esto podría cambiar, sin embargo, en el corto plazo, según los expertos consultados porque "existe una clara necesidad de asesoramiento externo para ayudar a convencer a las organizaciones del valor de negocio de esta tecnología y llenar los vacíos de habilidades internas, en áreas como seguridad, Big Data o infraestructura de red.