Lo que la tecnología heredada enseña a los responsables de TI sobre proyectos duraderos
En el panorama empresarial de transformación actual, los sistemas heredados se desacreditan de forma rutinaria aunque sigan aportando valor. Los responsables de TI pueden aprender mucho sobre su poder duradero fundamental.
La modernización y la transformación son los imperativos informáticos del momento. Racionalizar las aplicaciones, reinventar los procesos empresariales, aprovechar la nube... todo apunta a que los sistemas heredados son el peso muerto y los costes irrecuperables que las organizaciones de TI de hoy en día deben superar para alcanzar su potencial digital.
Como profesional de TI, yo también he pensado a veces en los sistemas heredados como en la comida de la cafetería del instituto que todos recordamos: algo de lo que quejarnos aunque sepamos que no podemos pasar el día sin ella. Desde el punto de vista informático, los sistemas heredados no son flexibles. Acaparan recursos y se basan en tecnología obsoleta. Son costosos y difíciles de integrar, y el proveedor te tiene atrapado porque has creado tanto código a medida en torno a estos sistemas que no puedes permitirte deshacerte de ellos.
Pero hay otra cara de los sistemas heredados, y tiene algo vital que enseñar a los responsables de TI sobre la realización de proyectos duraderos.
El legado de la tecnología heredada
Un sistema heredado se suele clasificar como un sistema que tiene diez años o más. Los mainframes entran sin duda en esta definición, pero también lo hacen los servidores, los smartphones, las bases de datos Oracle y el paquete Microsoft Office, por nombrar algunos. Todos estos sistemas siguen siendo utilizados de forma productiva por empresas de todo el mundo. Siguen aportando valor, y este valor contribuye a su poder de permanencia.
Un CIO conocido mío de una gran cadena de hostelería da un ejemplo práctico. "Me han fallado varios servidores en mis centros de datos, y luego está nuestro mainframe, que ejecuta un código que se escribió hace más de 30 años", me dijo. "Nunca ha fallado". En sus operaciones, el mainframe es el corazón de la empresa. Procesa cientos de miles de reservas hoteleras que generan ingresos cada día.
Lo mismo puede decirse del paquete Office de Microsoft, que debutó en 1990 y al que, con el paso de los años, han intentado sustituir varios competidores que han fracasado en el intento. La propia suite ha evolucionado, pero su arraigo persiste. En 2023, más de un millón de empresas de todo el mundo utilizarán Office 365.
¿Cuál es la conclusión? Los sistemas heredados son "heredados" porque duran. Y para durar, estos sistemas comparten varias características: mantienen la relevancia empresarial, los usuarios saben cómo utilizarlos, siguen funcionando con los ecosistemas de hardware y software que los rodean en la mayoría de los casos, y cuentan con sólidas redes de soporte.
Como antiguo CIO, si pudiera decir que mi departamento produjo sistemas y servicios que siguieron siendo relevantes para el negocio, que fueron aceptados y ampliamente utilizados por los usuarios, que siguieron integrándose bien con la nueva tecnología que incorporamos y que contaron con una sólida red de soporte informático interno y consultivo, diría que tuvimos bastante éxito a la hora de ofrecer TI de valor añadido a la organización.
La agilidad y lo nuevo son sin duda vitales para el cometido de TI, pero también lo son los sistemas heredados, que demuestran valores fundamentales que hoy en día pueden estar infravalorados.
Relevancia empresarial duradera de la fiabilidad
Los sistemas heredados tienen un poder duradero porque funcionan y funcionan. Su fiabilidad anima a las empresas a adoptarlos como sistemas de misión crítica, y los usuarios han llegado a conocerlos muy bien. Esto no significa que los sistemas heredados no tengan sus problemas. Lo que sí significa es que el coste de sustituirlos es mucho mayor que el de mantenerlos para que puedan seguir haciendo su trabajo de valor añadido.
Esto hace que los sistemas heredados sean muy valiosos. Las empresas saben lo que obtienen de estos sistemas. Y si un sistema puede procesar y contabilizar los ingresos de las transacciones de forma más rápida y fiable que otros sistemas, ¿por qué cambiar? Además, aunque se utilicen soluciones alternativas, la familiaridad de los usuarios con estos sistemas les hace reacios al cambio, y la gestión del cambio es difícil y está plagada de costes ocultos. Incluso en una era de cambios constantes, hay que tener en cuenta los inconvenientes del cambio.
La lección de TI: Tanto si utilizas el desarrollo ágil como el tradicional en cascada, o si compras software y lo instalas, tu objetivo es crear tecnología que dure. Esto requiere pruebas de calidad exhaustivas para garantizar la fiabilidad, previsión para garantizar que la solución se diseña tanto para hoy como para mañana, y un énfasis en la usabilidad y la participación de las partes interesadas para garantizar que la solución es fácil de entender y utilizar y se convertirá rápidamente en algo natural para los usuarios.
El valor olvidado del apoyo
Los mejores sistemas heredados cuentan con un amplio ecosistema de consultores externos y empresas que apoyan estos sistemas con consultoría técnica, servicios de software y hardware, y formación. Los vendedores de sistemas heredados también disponen de importantes recursos internos para poder hacer lo mismo. Esto genera confianza en el cliente, que sabe que hay ayuda disponible cuando y si la necesita. Tanto si se trata de recursos externos para ayudar con la formación como de sistemas de asistencia externos o internos para la resolución de problemas, los sistemas heredados ofrecen una asistencia al usuario bien establecida. Sus proveedores también siguen invirtiendo en estos sistemas para que sigan siendo relevantes para el negocio. Para ello, publican extensas API que permiten a sus clientes integrar una plétora de software de terceros, y siguen añadiendo nuevas funciones y características que desean sus bases de clientes.
La lección para los informáticos: Las aplicaciones que desarrolla TI deben utilizar API estándar para facilitar la integración con el software que pueda necesitarse en el futuro. Antes de desplegar nuevas aplicaciones, tanto los usuarios como el servicio de asistencia de TI deben recibir formación y disponer de documentación sobre ellas. TI también puede hacer crecer su propio ecosistema interno de solucionadores de problemas externos trabajando con "superusuarios" que puedan proporcionar ayuda dentro de sus propios departamentos a los colegas que necesiten asistencia.
Aunque estas ideas no sean nuevas, los departamentos de TI suelen tener dificultades para llevarlas a cabo todas. Los proyectos se retrasan y las tareas se abandonan. Estas tareas suelen estar relacionadas con la formación, la documentación y con asegurarse de que el servicio de asistencia está al día. Cuando se descuidan estas tareas, puede producirse una mala primera impresión de la que es difícil que se recupere una nueva aplicación.
Lo más importante
Los sistemas heredados perduran gracias a su fiabilidad, su amplia base de usuarios, sus continuas inversiones y su capacidad para integrarse con las nuevas tecnologías, manteniendo su relevancia para la empresa a medida que ésta evoluciona. Cuando lanzamos cualquier proyecto de TI, estos mismos objetivos deben estar siempre en primer plano: relevancia empresarial duradera, fiabilidad, experiencia del usuario final y asistencia. Garantizar estos fundamentos hará mucho más difícil que su próximo proyecto de TI fracase.
