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El CIO: un perfil fundamental en la lucha contra el COVID-19

El conocimiento de los datos de la empresa y de sus sistemas informáticos podría contener pistas para mitigar la pandemia.

Pasos personas

Los datos y los sistemas informáticos de una empresa son cada vez más esenciales, y eso es algo que se puede comprobar en una época como la que vivimos, sometidos a los rigores de una pandemia mundial.

Y es que, no faltan proveedores de TI que ofrecen pruebas gratuitas de las herramientas basadas en la nube con la promesa de que ayudan a afrontar la crisis de COVID-19 a la que se enfrentan muchas empresas. En la mayoría de los casos, bastante tienen con abordar los efectos secundarios de las políticas de distanciamiento social introducidas por los distintos Gobiernos para frenar la propagación del Coronavirus.

Pero puede haber formas de utilizar los datos y los sistemas informáticos de su empresa con el objeto de combatir la pandemia ayudando a identificar los casos, rastrear su propagación o promover medidas para prevenirla. Es más, una gran cantidad de empresas que no pertenecen al sector de la salud pueden desempeñar un papel en la reducción de los impactos de la pandemia, entre ellas los fabricantes de productos electrónicos de consumo, los operadores de redes móviles, e incluso los supermercados.

Las empresas que desarrollan aplicaciones que interactúan con los monitores de actividad, los rastreadores de actividad física o los relojes inteligentes manejan una pila de datos con posibles pistas sobre la prevalencia de la COVID-19 y otras gripes similares (ILI). Sin ir más lejos, una frecuencia cardíaca en reposo superior a la habitual combinada con intervalos de sueño más prolongados de lo normal —cosas que estos dispositivos pueden detectar— podrían constituir una señal de que alguien padece el Coronavirus, o bien otra enfermedad similar. De hecho, los investigadores del Scripps Research Translational Institute en La Jolla, California, informaron el pasado mes de enero de que las tendencias de estos datos de 47.249 usuarios de Fitbit en cinco estados ayudaron a mejorar la precisión de los modelos de predicción para la propagación de las ILI, y se correlacionaron estrechamente con las cifras de gripe estacional estado por estado informadas por los CDC.

Seguimiento de la propagación

Ese estudio, basado en datos de 2016 a 2018, no establecía ninguna afirmación al respecto de COVID-19: Cuando se publicó, había menos de 500 casos de la enfermedad en todo el mundo; y tampoco buscaba diagnosticar casos individuales, ya que los datos de los dispositivos eran anónimos y los investigadores no tenían acceso al historial médico de sus portadores. No obstante, arroja luz sobre la forma en que los datos de los rastreadores de aptitudes físicas, por ejemplo, pueden utilizarse como posible fuente de información sobre la propagación de COVID-19 y otras enfermedades infecciosas.

Los teléfonos móviles y las aplicaciones son otra fuente de datos que pueden ayudar a modelar la propagación de COVID-19, e incluso ayudar a rastrear casos individuales. Ocho operadores europeos de redes móviles, entre ellos Vodafone, Deutsche Telekom, Orange y Telefónica, han acordado proporcionar a la Comisión Europea datos de localización anónimos de sus clientes para ayudarla a modelar y predecir la propagación del virus a escala de población. Esta medida ha suscitado el interés de los activistas de la privacidad, pero estos datos están disponibles gratuitamente en los Estados Unidos. Varias empresas que capturan datos de localización de los usuarios de aplicaciones móviles, a menudo como un efecto secundario del funcionamiento de la aplicación en lugar de su propósito, han publicado mapas que muestran en qué zonas los ciudadanos han cambiado más sus hábitos de viaje desde la instrucción del Gobierno de quedarse en casa.

Otros lugares han llevado más lejos el rastreo móvil en su lucha contra COVID-19, utilizándolo para seguir los movimientos de las personas infectadas con el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Taiwán, por ejemplo, está usando técnicas de geo-cercado para asegurar que las personas bajo la orden de cuarentena permanezcan en sus casas, o al menos que sus teléfonos lo hagan. Es más, ha logrado mantener el número de casos confirmados de COVID-19 en torno a 16 por millón de habitantes y el número de muertes en torno a 0,2 por millón.

Corea del Sur también ha utilizado el rastreo móvil para recuperar el control del brote después de una oleada inicial a medida que la enfermedad se propagaba a través de una organización religiosa secreta. Aunque ahora tiene alrededor de 4 muertes por COVID-19 por cada millón de habitantes (en comparación con 29 por millón en los EE.UU. y 263 por millón en Italia en el momento de redactar esta noticia), el número de casos activos ha ido disminuyendo constantemente desde hace más de dos semanas. El Gobierno subcontrató el proceso de rastrear los contactos de los enfermos publicando detalles de los lugares que habían visitado e invitando a otros a averiguar si los habían conocido; algo que puede resultar demasiado abierto incluso para las políticas de privacidad de los Estados Unidos.

Aplanando la curva

En los EE.UU. y en la mayoría de los países europeos hay ahora demasiados casos de COVID-19 como para preocuparse por las alertas tempranas o el rastreo de contactos: La estrategia ahora consiste en "aplanar la curva" con medidas como el distanciamiento social, reduciendo la tasa de nuevas infecciones para que los trabajadores sanitarios tengan tiempo y recursos para ayudar a los necesitados. Los CIO ya han contribuido en gran medida al esfuerzo de distanciamiento social, ayudando a millones de personas a cambiar su escritorio por su mesa de comedor para trabajar desde casa.

Sin embargo, hay otras curvas que deben ser aplanadas, como el pico en las filas del supermercado local. Con muchos de nosotros ordenados a permanecer en casa excepto para buscar atención médica o hacer compras de alimentos esenciales, la tienda de alimentos es uno de los pocos lugares donde todavía nos congregamos. Si los supermercados pudieran determinar cuántos clientes están esperando en la cola o moviéndose por la tienda, y empujarlo a un sitio web en tiempo real o incluso mostrar el patrón a lo largo del día o la semana, podrían animar a la gente a visitarlo durante los períodos de calma, suavizando la demanda.

Las tiendas de autoservicio de Amazon Go están a la cabeza en esto: Con todas sus cámaras, no sólo saben a qué distancia están los clientes, sino también qué productos han tocado en su camino alrededor de la tienda; y hay empresas, como Gravy, que proporcionan a los centros comerciales y a las grandes tiendas cifras de pisadas basadas en el mismo tipo de datos de localización móvil agregados que los Gobiernos están utilizando para estimar el cumplimiento de la cuarentena.

Pero incluso algo simple podría servir de ayuda, como una hoja de cálculo que muestre cuándo se fue cada cliente y cuántos artículos compró. Lo que sería suficiente para estimar cuántos clientes estarán en la tienda a la misma hora mañana si no se les anima a cambiar sus hábitos.

En consecuencia, puede que el CIO no tenga los datos necesarios para curar el COVID-19, pero si mira alrededor de su negocio, puede que tenga suficiente para desempeñar su papel.



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