A hombros de gigantes TI… ¿con pies de barro?

Habida cuenta de la crisis financiera que arrastró a la economía mundial hace ahora más una década, los reguladores han señalado, una vez más, que algunas de las empresas que están situadas en el núcleo de los sistemas financieros son excesivamente importantes para fracasar. Hay que tener en cuenta que estas compañías no son bancos.

Ha llegado el momento de que los grandes de la industria TI como Google, Amazon y Microsoft, --que son compañías que gestionan una parte cada vez más importante del flujo bancario, así como de operaciones mercantiles y de seguros, desde sus poderosas plataformas de nube— dispongan que sus plataformas puedan ser constantemente monitorizadas por los reguladores noche y día.

Voces procedentes de bancos centrales de diversos países han manifestado su preocupación por la velocidad y la escala que han alcanzado gran cantidad de operaciones críticas que se realizan desde la nube como los sistemas de pago, lo cual plantea cambios hacia nuevos riesgos potenciales.

“Estamos a las puertas de un cambio paradigmático, por lo tanto, necesitamos disponer de una solución de rescate en caso de desastre”, afirma un regulador que prefiere el anonimato, al tiempo que asegura que el colectivo de reguladores tiende a colaborar cada vez más a nivel internacional con la finalidad de escudriñar a los grandes de la tecnología más detenidamente.

Tanto las entidades financieras como las empresas de tecnología reconocen las ventajas de cloud computing a la hora de poner en marcha servicios mucho más baratos y rápidos que, además, resultan mucho más resilientes a los hackers y a los cortes de suministro eléctrico.

Sin embargo, los reguladores temen que cualquier error técnico que pudiese sufrir una compañía cloud pudiese ocasionar importantes fallos en los servicios que gestionan múltiples entidades financieras en diferentes países, y socavar con ello la confianza en el sistema financiero.