Cuando invertir en la digitalización redunda en la estrategia de sostenibilidad corporativa
Lidl demuestra que transformación digital y eficiencia caminan de la mano al lograr reducir en 2.900 toneladas el consumo anual de papel gracias a una inversión de 50 millones de euros para la digitalización de sus tiendas.
La cadena de supermercados de origen alemán, Lidl, continúa avanzando para afianzarse como un referente en materia de sostenibilidad e innovación. Para lograrlo ha implementado en todas las tiendas dispersas a lo largo y ancho de la geografía española la cartelería digital. Así sustituirá todos sus paneles de precio y descripción de producto convencionales por una alternativa más verde. En concreto, esta medida supondrá la implantación de alrededor de 3.500 carteles digitales en cada punto de venta y un ahorro de 2.900 toneladas anuales de papel, lo que equivale a más de 49.000 árboles.
Desplegando el proyecto piloto
El nuevo etiquetado electrónico, también denominado ESL por sus siglas en inglés (Electronic Shelf Labels), está conectado de manera inalámbrica a un sistema centralizado que permite la transmisión rápida de datos como la descripción del producto y su precio. De este modo las etiquetas electrónicas muestran la información necesaria en una pantalla digital y en tiempo real. Tras el éxito de la prueba piloto realizada recientemente en sus tiendas de Zaragoza, la cadena ha decidido desplegarla de forma progresiva en los más de 650 puntos con los que cuenta en España durante este año y el próximo. En total, Lidl invertirá más de 50 millones de euros para el despliegue de la nueva cartelería digital en todas sus tiendas.
Una iniciativa más que corrobora el esfuerzo de la compañía para ser cada vez más sostenible y reducir su impacto sobre el medio ambiente. Y es que, además de sus ventajas medioambientales, esta iniciativa mejora la experiencia de compra y la comunicación con el cliente en el punto de venta, ya que, entre otros, garantiza la uniformidad visual y la nitidez de la información vinculada al precio y a la descripción de los productos. Con ello también se evitan las dificultades de lectura que pueda generar el papel por una mala calidad de impresión o una incorrecta ubicación. Asimismo, la citada tecnología también simplifica uno de los procesos más recurrentes gracias a la automatización centralizada del cambio de descripción y precio de los productos. De este modo, el equipo de tienda puede dedicar más tiempo a otras tareas de mayor valor añadido como la atención al cliente.
Apuesta por lo digital
La compañía ha emprendido el sendero de la digitalización en su apuesta por ofrecer al cliente una experiencia de compra atractiva y sostenible. Tiende así hacia la transformación digital de sus procesos impulsando a su vez una estrategia omnicanal. Un buen ejemplo de ello es su app Lidl Plus, lanzada al mercado en 2018. Se trata del primer programa de fidelización 100% digital del sector que a día de hoy ya cuenta con más de cinco millones de usuarios.
Entre las prestaciones que integra Lidl Plus destaca el servicio exclusivo Lidl Pay –un sistema de pago móvil –, así como la posibilidad de ahorrar papel gracias a que permite contar solo con el recibo de compra digital, renunciando por tanto a imprimirlo por defecto. En paralelo, Lidl implementó en 2021 una medida adicional para reducir el papel en sus tickets de compra físicos al disminuir unos 9 centímetros la longitud de los mismos, logrando ahorrar más de 63.000 kilos de papel cada año.
