Cinco acciones para potenciar el éxito en digitalización
Que el proceso de actualización tecnológica llegue a buen puerto depende de factores muchas veces particulares, pero hay varias prácticas que pueden ayudar a impulsarlo.
La transformación digital ha llegado para quedarse. En la región de EMEA, tres de cada cuatro empresas se encuentran embarcadas en procesos de actualización tecnológica, una relación superior a la media global, que se sitúa en el 68%. En España, es la principal preocupación de algo más de la mitad de las organizaciones del país.
Sin embargo, dar el salto a la digitalización y que esta sea un éxito no siempre van de la mano. Así lo apunta la consultora McKinsey en su última encuesta global, en la que únicamente un 14% de los participantes que han iniciado están consiguiendo que esta se traduzca en mejoras sostenibles de su rendimiento. El porcentaje desciende al 3% si se pregunta por las que consideran haber conseguido sostener el cambio con "éxito completo". La firma distingue cinco acciones para conseguir buenos resultados en la ejecución de la transformación digital.
Centrarse en una serie de puntos claros limitados, vinculados a los objetivos de negocio, y huir de planes amplios y con distintos focos. Se trata de poner la atención en varios puntos estratégicos de largo alcance, como la mejora de la productividad o la gestión de la innovación. Además, se incorpora una estrategia de responsabilidad, que fomenta que se rindan cuentas de esos objetivos en toda la organización, y se definen los efectos financieros que conllevarán.
Arriesgar al definir el alcance del proceso. La gran mayoría de las transformaciones exitosas tienden a realizarse a escala empresarial y a crear nuevos negocios digitales derivados de los planes iniciales.
Crear un diseño adaptativo, que se vaya adecuando de forma flexible a los distintos cambios. El proceso de digitalización de una compañía es un proyecto que se afronta, generalmente, a largo plazo. Realizar ajustes frecuentes es clave para evitar que se quede obsoleto antes de concluir. Esto requiere, además, de un perfil en la distribución de talento o de gastos operativos para las distintas iniciativas que se pueda ir adaptando.
Adoptar un enfoque de ejecución y una mentalidad ágil, que permitan integrar factores como la toma de riesgos controlada, las pruebas y tests, la innovación y la generación de ideas nuevas o la colaboración entre empleados y unidades de negocio.
Mantener un liderazgo claro y un proceso de rendimiento de cuentas transparente. Hay que definir bien quién o quienes son los responsables estratégicos de sacar adelante los proyectos, pero también es importante mantener una política de claridad sobre todo lo que involucra la transformación digital.