Las empresas españolas avanzan en digitalización, pero no lo suficientemente rápido

Nueve de cada diez compañías en España se encuentran en plena fase de transformación digital, y ocho de cada diez cree que este cambio será esencial en su negocio. Sin embargo, este proceso se hace a una velocidad muy moderada. Así lo afirma el Acelerómetro de la Transformación, un informe elaborado por el Club Excelencia en Gestión en colaboración con la consultora Cegos. 

Para el estudio se han realizado encuestas a más de 1.000 directivos, a partir de las cuales se han establecido los parámetros del Acelerómetro en función de la gestión de la velocidad y del tiempo para analizar la rapidez de la transformación entre las firmas españolas. El resultado es que la aceleración media se sitúa en un 4,7 sobre 10, lo que indica que, pese a que la gran mayoría de organizaciones hayan decidido dar el salto al nuevo ecosistema digital, no lo hacen a un ritmo óptimo. 

Sí que se detecta una relación entre el tamaño de la empresa y su éxito a nivel de aceleración. Las de menos de cinco empleados bajan el índice a un 3,8, mientras que las que tienen una plantilla superior al millar de trabajadores puntúan con un 4,5. 

El factor de aceleración juega un papel importante en el éxito del proceso —o, al menos, así lo consideran los participantes—. Para siete de cada diez empresas, acelerar la transformación es clave para su éxito. Sin embargo, la gran mayoría están descontentas con cómo están abordando este asunto, dado que apenas una de cada diez se declara satisfecha con su nivel de aceleración. En la relación entre empresas, cuatro de cada diez dicen tener un mejor grado de aceleración y tres de cada diez, peor. 

El informe establece una clasificación en relación al grado de aceleración de la transformación bajo la cual encuadra a las organizaciones en cuatro cateorías: pingüino, liebre, tortuga y caballo, según cómo gestionen el tiempo y la velocidad. Estos dos últimos son los que dominan, con un 56,9% de empresas catalogadas como tortugas —las que presentan la capacidad más baja de aceleración, que adquieren poca velocidad pero necesitan mucho tiempo— y un 23,3% como liebres. Estas estarían en el extremo contrario, con velocidad rápida en poco tiempo y capacidad muy alta de aceleración. El pingüino logra poca velocidad, pero en poco tiempo, y el caballo consigue un buen indicador de rapidez en un plazo razonable.

En relación a estas cuatro clasificaciones, el informe detecta varias acciones que se pueden realizar para mejorar tanto en gestión del tiempo como en velocidad. Para agilizar los plazos se apuesta por instalar nuevas maneras de trabajar y desarrollar medidas para ahorro de tiempo. Para ser más rápidos, se propone generar catalizadores de cambio y desarrollar la confianza de las personas.